Gente que Cuenta

Abuelear, por Carmen Concha-Nolte

Pierre Bonnard Atril press 1
Pierre Bonnard,
Abuela y nieto, 1894
Fuente: https://www.meisterdrucke.ie/

Cuando me enteré de que una colega «abuelea», ¡ay!, la sola idea de pertenecer a su club no cabía en mí. En el fondo, aunque quiera ocultarlo, sentí envidia de ella, de mi colega Suz. Fue una pizca de envidia por ostentar ese título. Con mi envidia afloró ese: ¿y yo, y yo para cuándo? No pude contar, una y otra vez, las tantas veces que lo repetí, pues faltaría a la verdad.

A decir verdad, al poco tiempo abracé la transfiguración de abuelear desde la blandura de mi cerebro hasta mis pies plásticos. Aunque no lo creas, mis síntomas de abuelear como mi colega se expandieron: me convertí en marioneta burbujeante, en polluelo de cuento o en alguien sin localización.

En toda situación, el tiempo con los nietos se hace burbuja, corre a velocidad sin marcha atrás. Nos reinventamos inventariando historias y juegos como marionetas pintas: cantamos, brincamos como nunca. Cualquier intento de tocar la realidad a menudo falla: decidimos buscar algo para nosotras y terminamos en sección juguetes. Con frecuencia, sin punto de llegada, parecemos manzanas acarameladas, crecemos en chiquititud y dibujamos cuanto imaginamos para ellos.

A diario, somos un polluelo silbando insensateces para el mundo adulto, ese que olvidó que el árbol genealógico extiende un ramal muy bajo debajo de los hijos, y de tan bajo afloran alegrías por encima de nosotros para mejor vivir. Con seguridad, estas vidas sucesivas injertadas de frutos —nuestros y de nuestros hijos— nos recuerdan la fase del cerebro blando, los pies plásticos y los arrullos montando un carrusel.

En todo lo antedicho, pareciera que fluye mi abuela en su casona, mi propia madre enseñándome a leer, mi parvulez, mi única preñez, el botón en gestación de mi hija, no tuve tiempo para más; mas todo es una vuelta al revés para mejor gozar.

Bueno, bueno, a lo que iba, entre millones de madres de madres no sé si abuelean con tanta avidez como Suz, como esta servidora o como mi amiga Tere que abrigó esta felicidad en directo. Por mi parte, sin localización, duplicaré ocurrencias para celebrar el primer año de abuelear.

Carmen Concha Nolte Atril press
Carmen Concha-Nolte es lingüista peruana, con estudios de maestría en Literatura. Estudió microficción en la Escuela de Escritores, Madrid. Sus textos se difunden en varias revistas. Ha sido incluida en dieciséis antologías. Ganó el Premio Péndola Dorada 2022. Vive en Washington. Charoparra16@hotmail.com
https://www.facebook.com/charito.concha

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