Gente que Cuenta

Acoso, por Getulio Bastardo

Pierre Auguste Renoir Atril press e1683844136446
Pierre-Auguste Renoir,
Niños, estudio s/f

El acoso, llamado ahora bullying por todo el mundo, comienza en la casa. El maltrato psicológico de que son objeto los niños en su hogar tiene muchas variantes y de las que más me llaman la atención son las exigencias académicas cuando se convierten en acoso, y el lenguaje usado “contra ellos”.
Por supuesto que los padres deben inculcar en los niños responsabilidad, cumplimiento del deber, buenos hábitos de alimentación, sueño, lectura y actividad física, entre los más importantes, pero educarlos no es una patente de corso para obligarlos a hacer cosas más allá de sus capacidades físicas o intelectuales.
Exigirles logros académicos es parte de la obligación como padres formadores, pero pedirles la máxima nota cuando no es posible genera mucha ansiedad o estrés.
Conozco un caso de un padre que le exigía al hijo no que fuera el mejor del curso, sino el “único” en la carrera de medicina, y por supuesto este joven tuvo que asistir a terapia; y otro caso donde la madre de la niña cuando ésta cometía un error, no solo le arrancaba con violencia la hoja mal escrita sino le deshacía todo el cuaderno. Ahora la niña se siente culpable por todo, incluso por lo que no ha hecho.
Pero la variante más perniciosa de este maltrato (acoso) es el lenguaje. Decirle a un niño “tonto”, “inútil”,” bobo”, “pendejo”, “no sirves para nada”, son órdenes que van a cumplir después de adultos.

Otra forma de acoso es la preferencia por otro hermano y la comparación. Es odioso compararlo con sus otros hermanos e increpar “mira las notas de Juan ¿por qué no eres como él?”. “Gorda, pareces una vaca”. “¿No ves el cuerpo de Lucía que parece una modelo y a ti que nada te queda bien?”.

Recordemos que el cerebro del niño es una esponja que todo lo absorbe; es un órgano muy plástico que se está moldeando, que está aprendiendo a “ser” y los padres los estamos “haciendo”. De lo que le inculquemos hoy en su mente tendremos el ser psicológico de mañana.
Los padres deben entender que más que adultos exitosos, deben centrar la educación en hacer niños felices.
Al permitir el trajinar de niño como niño, se favorece el accionar de adulto maduro y sano. Recordemos que los padres somos las personas más importantes para los hijos y si los tratamos así, si ese es el concepto que tenemos de ellos, qué se puede esperar de los demás. Ese es el razonamiento que el cerebro del niño hace. Este maltrato produce seres con muy baja autoestima.

Captura de Tela 2021 12 10 às 21.22.24
Getulio Bastardo
Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
getuliobastardo@yahoo.com.mx

del mismo autor

78

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!