Gente que Cuenta

Blocos de Carnaval,
por Luli Delgado
fotografías, Suse Kater

Blocos de rua Atril press
“No importa la edad que tengas, ni a qué te dedicas o cuánto ganas, en qué región de la ciudad vives…”

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Una vez al año a los brasileños les llega su turno de volverse locos, algo realmente envidiable.

Como toda locura, tiene varias maneras de expresión. Me refiero a los días de Carnaval y les cuento.

Desfile de escuela de samba Atril pressExisten las escuelas de samba, que a lo largo del año preparan un desfile apoteósico que cuenta una historia representada por varias alas de diferentes disfraces hechos de papel, lentejuelas, plumas y piedras falsas, una música especialmente compuesta, un tributo a los integrantes de más edad, una pareja que recuerda los tiempos del Imperio. En fin, algo muy serio y bien preparado en el que cuatro mil personas o más presentan un desfile impecable para el cual disponen apenas de cincuenta y cinco minutos y que será evaluado por un jurado que decide quién gana ese año. Son diríamos que los locos más cuerdos.

Pero ahora vamos con el grupo de los locos más locos. Amigos de bar, de la plaza, del barrio, se reúnen y, aunque parezca contradictorio, organizan de un modo improvisado un desfile donde simplemente vale todo. Esos son los blocos. No importa la edad que tengas, ni a qué te dedicas o cuánto ganas, en qué región de la ciudad vives…lo que importa es que es tu derecho inalienable y sales a ejercerlo. Cada uno en su disfraz, cada uno viviendo su fantasía y todos a la calle, con los instrumentos disponibles y cantando las marchas de carnaval más conocidas. Los de menos de 100 personas desfilan como pueden, en medio del tránsito si es necesario, con algunos instrumentos y muchísima cerveza, porque el calor es de derretir. Los blocos mayores piden el auxilio de las autoridades. Estas hacen lo que buenamente pueden: cierran calles, desvían el tráfico de carros y recomiendan que la gente se hidrate y alimente bien. Hasta ahí pueden llegar. Y ahí sí, llegan los llamados carros eléctricos con música a todo meter y cantantes conocidos. Aunque los blocos pueden comenzar a desfilar semanas antes del Carnaval, oficialmente salen del sábado hasta el Miércoles de Ceniza y el fin de semana siguiente rematan con la llamada Ressaca de Carnaval. Se van unos y llegan otros en una efervescencia contagiosa en la que cada uno drena sus males, recarga su alegría y acumula para el resto del año.

Me puse de acuerdo con Suse Kater para presentárselos a cuatro manos, que me parece que se transmite mejor.

A todas estas, me dicen mis amigos que los blocos aumentaron en número y tamaño después de la prohibición de salir de casa impuesta por el COVID. A nadie le gusta que lo tengan enjaulado, menos aún a los brasileños… ¡Terra adorada!

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