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Rafael Victorino Muñoz

La escuela era una fiesta,<br/> por Victorino Muñoz
183c, Rafael Victorino Muñoz

La escuela era una fiesta,
por Victorino Muñoz

 Cuando uno llega a visitar una institución educativa, lo más seguro es encontrar que hay alguna actividad de índole festiva. Y es que así como hacen muchos de mis vecinos, en los colegios al parecer todo es un motivo para celebrar. Pero esto no es un halago, precisamente.El asunto es así desde el mismo inicio del período académico, con actividades de bienvenida que involucran desde el karaoke a las carreras de sacos y gimkanas, pasando por la degustación de distintos pasapalos dulces y salados elaborados por madres y maestras colaboradoras.Luego se continúa en las sucesivas y diferentes celebraciones: que si el Halloween, que ya es una cosa oficial en Venezuela, como si fuéramos el estado número 52 de la unión; que si las fiestas pre y post navideñas, el carnaval, la semana santa…A estas ...
Sociedad del mutuo elogio,<br/> por Victorino Muñoz
182c, Rafael Victorino Muñoz

Sociedad del mutuo elogio,
por Victorino Muñoz

Hace muchos años, hablando en broma y en serio con una querida amiga, decíamos que íbamos a inventar la sociedad del mutuo elogio; aunque ella prefería la denominación “sociedad de la mutua sobadera de barriga”.Se trataba de un grupo o cenáculo que formaríamos ella, yo y algunos agregados más. Nos dedicaríamos a escribir elogios los unos de los otros, los cuales publicaríamos en revistas creadas por nosotros; también convocaríamos a concursos y por supuesto los premios serían para los miembros de nuestro selecto grupo.Pero con el tiempo me he dado cuenta de que la gran mayoría de organizaciones funciona más o menos así, casi sin excepciones. La mejor prueba son los Oscars, que se los dan entre ellos mismos. Si bien la producción en el mundo es de 100 películas no norteamericanas por cada u...
¿Por qué literatura venezolana?, <br/>por Victorino Muñoz
181c, Rafael Victorino Muñoz

¿Por qué literatura venezolana?,
por Victorino Muñoz

A propósito de una nota que publiqué hace unas semanas, con respecto a mi lista de libros leídos, en la que señalaba que cerca de una cuarta parte de los mismos ha sido de autores venezolanos, un amigo me preguntaba si en verdad me parece bueno todo lo que se escribe o se ha escrito en nuestro país.Pues, no, ni mucho menos. Pero explico mejor. Con la literatura de mi país me pasa lo que seguramente nos sucede a todos con nuestros seres queridos. No nos importa que no sean perfectos, los queremos con todo y que hagan o digan cosas con las que no estamos de acuerdo.Por otro lado, Borges decía que hasta el poeta más mediocre es capaz del más sublime de los versos. He leído libros venezolanos que no me apresuraría a calificar de obras maestras, o a descalificarlos por no serlos; sin embargo, m...
Vana presunción,<br/> por Victorino Muñoz
179c, Rafael Victorino Muñoz

Vana presunción,
por Victorino Muñoz

Confieso que hace poco fue que vine a leer El último de los mohicanos, de Fenimore Cooper. Y como me enteré de que había una película (o más bien varias), una vez terminado el libro, también vi la versión cinematográfica de 1992, la cual dirige Michael Mann y protagoniza Daniel Day-Lewis. Pero no me pregunten qué tal me parecieron ambas obras, si se trata de una buena adaptación… nada de eso. No voy a caer en el lugar común de contrastar una cosa con la otra, que es lo que habitualmente hace la gente, afirmando que, por supuesto, es mejor el libro. Me parece, de hecho, que no puede haber forma de comparar un libro con una película, como no puede haber comparación entre un cuadro y una fotografía o entre un poema y una canción, aun cuando en todos estos casos puedan coincidir los tema...
Día de examen,<br/> por Victorino Muñoz
180b, Rafael Victorino Muñoz

Día de examen,
por Victorino Muñoz

Es día de examen. Durante el mismo los estudiantes muestran algunas conductas y actitudes particulares, algunas de las cuales resultan de lo más sospechosas o por lo menos risibles, a saber: - Rascarse la barbilla con la mano y luego hacerlo con el hombro, lo que facilita y da una excusa para voltear hacia el compañero o más bien hacia lo que este escribe. - No falta el que deja caer el lápiz reiteradas veces, aprovechando el momento de recogerlo para mirar la hoja del que está detrás o un lado, según donde caiga la cosa; deberían inventar unos lápices irrompibles para estos casos, pienso yo. - Hay quien murmura, no se sabe si repasa la lección, si reza o insulta mentalmente al profesor. - También hay alguno que pasa el rato como hablando consigo mismo, se pregunta, se responde...
Los temas de la literatura,<br/> por Victorino Muñoz
178b, Rafael Victorino Muñoz

Los temas de la literatura,
por Victorino Muñoz

Si uno se fía del título: Cuentos de amor, de locura y de muerte, podría pensar que para Quiroga estos eran los grandes temas de la literatura. Y sobre esa trilogía han vertido ríos de tinta y publicado infinidad de obras, él y otros tantos; aunque muchas veces los asuntos están entremezclados, ya que el amor fácilmente lleva a la locura y viceversa. Por su parte, Borges creía que solo había dos temas: un viaje que nunca concluye y un dios (o un hombre) que se inmola a sí mismo. La verdad no recuerdo bien en qué libro lo leí o por qué creía tal cosa el memorioso autor argentino. En todo caso, no importa, porque lo que quiero exponer es mi opinión al respecto. Para mí hay un único tema en la literatura, y este es la soledad. De él pueden surgir los demás, pero son como las ramas del á...
Lectura y cuenta,<br/> por Victorino Muñoz
177b, Rafael Victorino Muñoz

Lectura y cuenta,
por Victorino Muñoz

En el año 1992 comencé mis andanzas como autor propiamente dicho, es decir, comencé a publicar las cosas que escribía. Se trataba de unas reseñas sobre libros, las cuales aparecían en la página de cultura del periódico El Carabobeño.Para organizar lo que iba a publicar, decidí hacer algo como así como un diario de lecturas. Anotaría el nombre de autor, lugar de nacimiento, título del libro, año, editorial, entre otros datos; además de un comentario sobre el texto. Eso fue lo que preví.Con el tiempo y la falta de ocasiones, dicho diario fue convirtiéndose en mera lista, es decir, anotaba los datos pero olvidaba o no podía asentar el comentario, por la falta de tiempo. Pasé luego esta lista a un cuadro de Excel y fui manteniendo, pese a todo, la costumbre de inventariar las lecturas, haciend...
Las destrezas psicológicas,<br/> por Victorino Muñoz
176d, Rafael Victorino Muñoz

Las destrezas psicológicas,
por Victorino Muñoz

Dicen los que saben que un deportista debe poseer distintas destrezas, las cuales son: físicas, técnicas, tácticas y psicológicas. Y si no está bien en todas ellas, su desempeño puede verse comprometido así como, por lógica consecuencia, el alcanzar lo que anhela: el triunfo, pues eso de que lo importante es competir solo lo dice el que pierde e incluso luego de que ha perdido. En el caso de una disciplina como el fútbol, las destrezas físicas tienen que ver con las condiciones para correr, saltar, aguantar el ritmo durante noventa minutos o más, sin que el cansancio sea el vencedor. Las destrezas físicas se desarrollan trotando, haciendo ejercicios de fuerza, mucho cardio… Luego, las técnicas se refieren a habilidades como saber poner el pie al momento de patear, para que el disparo...
Inteligencia deportiva,<br/> por Victorino Muñoz
175c, Rafael Victorino Muñoz

Inteligencia deportiva,
por Victorino Muñoz

En una ocasión leí un artículo en el que se resumían los resultados de un estudio, según el cual las personas que discuten sobre deportes tienden a ser más inteligentes o más analíticas.No recuerdo con exactitud las palabras ni concuerdo mucho con tal aserto. Es que entre los fanáticos del deporte a menudo no hay discusiones, sino otras cosas, que son  más bien cercanas al berrinche, a la burla o al improperio.En una ocasión, estando yo aún en la universidad, me tocó ver un partido de la final del béisbol en un puesto de comida callejera, porque andaba lejos de mi casa y no quería perdérmelo. En un momento dado un bateador abanica y es puesto fuera.El señor que estaba parado a mi lado exclamó entonces: sí es tonto, se ponchó en lugar de dar un jonrón. Al parecer esa persona piensa que quie...
Las tareas escolares,<br/> por Victorino Muñoz
174b, Rafael Victorino Muñoz

Las tareas escolares,
por Victorino Muñoz

Es una moda ahora que las personas que nunca estudiaron medicina digan lo que es mejor para la salud; los que no saben ni de geografía ni de política ni de historia, opinan sobre las situaciones, y así.Lo mismo pasa en pedagogía. Todo el mundo anda diciendo cómo debería ser la escuela o la universidad y qué contenidos deberían dar. Que si emprendimiento, educación para la paz, Excel y hasta bailar salsa.Hace poco, un amigo me comentaba sobre una publicación que leyó, relacionada con el tema. Según el supuesto experto, había que eliminar las tareas, porque no servían para nada, ya que las mismas terminaban haciéndolas los padres de los niños.Le respondí que esa era una razón bastante estúpida; sería como pretender eliminar los medicamentos, porque algunos pacientes olvidan tomarlos; o elimi...
Otros tres hermanos, por Victorino Muñoz
173a, Rafael Victorino Muñoz

Otros tres hermanos, por Victorino Muñoz

En una canción de Silvio Rodríguez se cuenta una fábula de tres hermanos (ese es el título, de hecho). Uno de ellos iba atento al camino, pero olvidaba ver hacia la meta y, según el cuento, el cuello ya no se le enderezó, de tanto mirar hacia abajo. Tal vez terminaría también un poco jorobado. El segundo veía solo la meta, pero olvidaba lo más inmediato; razón por la cual siempre caía en un hueco o tropezaba con la misma piedra o con otra igual, que para efectos de las consecuencias viene a ser lo mismo. Y el último veía alternativamente al frente y abajo, al frente y abajo… y caminó más que los anteriores; pero tampoco llegó a dónde iba, al parecer, ya que al final “su mirada estaba extraviada” entre una y otra cosa. Entonces, de acuerdo con la canción de Silvio, como que no tene...
Fuera del tiempo,<br/> por Victorino Muñoz
172c, Rafael Victorino Muñoz

Fuera del tiempo,
por Victorino Muñoz

Aunque sé que van a aparecer muchos tratando de discutir mi punto de vista, lo voy a decir de sopetón y de buenas a primeras: no creo en eso de que uno no debe ponerse límites por la edad. Claro que sí los hay, pero muchos tratan de negarlo, para hacerse creer que aún son jóvenes y que aún pueden hacer muchas cosas (muchas cosas que incluso ellos mismos ni intentan). Tenemos límites hacia arriba y hacia abajo. Dudo mucho de que un niño de cinco años ande escribiendo una refutación a Kant. O un señor de 75 practicando breakdance. No podemos caernos a pasiones. Y si hubiera excepciones, solo serían la famosa excepción que confirma la regla. Hay quienes tratan de negar y negarse su edad, usando cirugías, maquillajes y hasta mintiendo. Por cierto, una muy buena amiga, de tanto tergive...