
Fuente: https://brewminate.com/category/renaissance/
Desde esta mañana, que me dio por limpiar en serio, no he hecho más nada que imaginarme lo que debe ser encarar el palacio de Versalles. No digo yo en la época de los Luises, porque esa gente no era muy dada a la limpieza, yo digo en los días de ahora, cuando como museo lo visita muchísima gente todos los días. Pobrecitos a los que les toca.
Sigo. Aquí acordándome a propósito de un avión que acaba de pasar, me viene a la mente Leonardo, porque no hay vez que no vea un avión, vaya a un aeropuerto o me vaya de viaje, que no piense: “lo que hubiera dado Leonardo por ver esto”. Pero es muy probable que a él tampoco le haya tocado limpiar. Ha debido tener ese taller que nada más que él lo podía entender y de vez en cuando un alma caritativa pasaría una escoba y botaría los papeles que cayeron en el piso. Seguro había maravillas y ahí sí, no digo yo barrer, hasta le cambiaría la limpieza por un viaje al aeropuerto, pero, para mi profunda envidia, quien limpiaba no estaba ahí para eso, porque no era estudioso ni del arte ni de nada. En fin.
Infaltable pensar en Rodrigo de Triana cuando gritó ¡“tieeeerrrraaa”! Yo también grito así, pero con un aire diferente, claro. El suyo era de felicidad. El mío en cambio… Sigo.
El otro día apareció por ahí un anuncio que decía: “Aquella parte de Blanca Nieves, donde entran los pajaritos y la ayudan a arreglar su casa… ¿Alguien tiene el contacto de los pajaritos?” Quien preguntó seguro no se dio cuenta de que eran pajaritos de mentira. Yo en cambio me pregunto, porque a ese sí lo vi por la televisión, me acuerdo clarito, dónde fue a parar el caballero blanco de Ajax, que dejaba todo impecable, aunque vaya uno a saber si el caballo no ensuciaba con las patas.
Es como el cuento del avioncito para que los niños coman. Si no me distraigo con un sonajero de disparates, me quedo con el trapito en la mano y termina quedándose de ese tamaño.
Sea como sea, ya tengo medio apartamento parapeteado y ahora me puse a escribir para contarles. Eso mientras la columna deja de chillar y el piso se seca. Más tarde si me animo, sigo. Si no, amanecerá y veremos…

Fue Directora Ejecutiva de la Fundación Andrés Mata de El Universal de Caracas, y Gerente del Centro de Documentación de TV Cultura de São Paulo. Es autora de varios libros y crónicas.
delgado.luli@gmail.com