Disparates,
por Luli Delgado
Desde esta mañana, que me dio por limpiar en serio, no he hecho más nada que imaginarme lo que debe ser encarar el palacio de Versalles. No digo yo en la época de los Luises, porque esa gente no era muy dada a la limpieza, yo digo en los días de ahora, cuando como museo lo visita muchísima gente todos los días. Pobrecitos a los que les toca.Sigo. Aquí acordándome a propósito de un avión que acaba de pasar, me viene a la mente Leonardo, porque no hay vez que no vea un avión, vaya a un aeropuerto o me vaya de viaje, que no piense: “lo que hubiera dado Leonardo por ver esto”. Pero es muy probable que a él tampoco le haya tocado limpiar. Ha debido tener ese taller que nada más que él lo podía entender y de vez en cuando un alma caritativa pasaría una escoba y botaría los papeles que cayeron en...