– ¡Oye! ¿Hacemos un cambalache con esa tabla de madera? Esa tabla de allí, encima de tu carrucha.
– Está clavada. Es la base de la carrucha, no sale.
– ¡Sácale los clavos!
– Entonces, ¿cómo voy a cargar los toldos de la playa en la carrucha sin fondo? No puedo dejar los toldos en la arena, patrón. Tengo que quitarlos todo y llevarlos hasta el borde del cerro. Mañana por la mañana los traigo y los vuelvo a poner. !No es poca cosa!.
-Te consigo una tabla nueva, de buena madera contraenchapada. Me la cambias por ésta y pones la nueva en su lugar. Te quedará la carrucha como nueva.
-No hay tiempo.
– Te pago otros cien Reales
-????
-¡Doscientos!
– No entiendo. ¿Qué va a hacer con eso?
-No voy a hacer nada. ¡Ya está lista, es una obra de arte!
-Esa madera medio podrida? ¿Hay gente que pone esto en la pared en lugar de un cuadro?
-Y paga muy caro por ponerla
-Y si la vendo yo directamente. ¿Para qué lo necesito a usted?
-Para que la paguen caro. Si no la vendo yo no pagan nada. El artista soy yo.