Gente que Cuenta

El sombrero, por Leonor Henríquez

Amedeo Modigliani Atril press
Mujer com sombrero,
Amedeo Modigliani , c.1916

En esta época del año, corro a buscar mi sombrero vaquero.

Son las fiestas de la ciudad, cuyo lema, después de la pandemia, me enamoró: Stampede 2022, Together Again (Juntos otra vez).

Entonces comenzó la búsqueda del sombrero, dentro de ese otro, desde donde saltan mil conejos.

El sombrero grande y revuelto que llamo mi hogar.

Razón tenía Gabriel García Márquez cuando decía que, cuando se comienza a perder la memoria, uno se hace de una de papel. Hoy sería digital.

Y disculpen lo repetitiva, pero cuando recuerdo la palabra memoria, no puedo dejar de mencionar lo que decía mi hermano (QEPD): hay tres signos de envejecimiento, el primero es la pérdida de la memoria y los otros dos se me olvidaron.

En fin, la travesía para encontrar el sombrero extraviado resultó fascinante, porque como ocurre siempre, buscando algo, aparecen otras cosas.

Y así revolviendo closets, aparecieron libros, cartas, papeles viejos.

Esa otra memoria no solamente de papel, sino fabricada de fino encaje de tiempo, de agua y de estrellas… (“ay, amar es un viaje con agua con estrellas…” Pablo Neruda)

Al final apareció el sombrero.

Aplastado y polvoriento, pero intacto en su magia.

Después de sacudirlo un poco y devolverlo a su forma original, salí a caminar, como siempre, a las orillas de mi río. Ese torrente que es mi particular abundancia.

La magia de los sombreros no se hace esperar.

Y así, bajo esa hoja infinita de papel azul que delinea el horizonte tuve la certeza de que alguien me escribía.

Me pensaba.

Me buscaba.

Me presentía.

No pude verlo, pero en el ala de mi sombrero, como aves extraviadas, como hojas al viento, tropezaron sus pensamientos…

www.atril .press Leonor Henríquez
Leonor Henríquez (Caracas, Venezuela) Ingeniero Civil de profesión
(UCAB 1985).
Escritora y aprendiz de poeta por vocación.
Desde muy joven participó en talleres de escritura creativa en el CELARG, Caracas.
Sus ficciones fueron publicadas en la antología Voces Nuevas (1990-91), y
más adelante su testimonial, Existe la Luz (1995).
De su paso por la ingeniería surgieron sus Cuentos de Oficina (1997), otra manera de ver al mundo corporativo. Entre sus últimas publicaciones se incluyen sus
reflexiones sobre el duelo, Hopecrumb (2020) y “The Adventures of
Chispita” (2021), cuento infantil, una alegoría de la vida en el vientre materno.
Hoy en día comparte sus “meditaciones impulsivas” desde Calgary, Canadá, ciudad donde reside.
leonorcanada@gmail.com

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