Como sabemos, la personalidad es el resultado de la lucha o de la interacción del ser con el entorno. Desde el nacimiento y aun antes, el ser humano está expuesto a estímulos o influencias ambientales lo suficientemente intensos como para influir en su desarrollo tanto biológico como psicológico y social.
Por ejemplo, si no se proveen suficientes nutrientes (proteínas, vitaminas, minerales, etc.), la configuración biológica será́ deficiente y como resultado tendremos adultos de bajo peso y estatura.
Asimismo la poca o mucha provisión de afecto determinará su configuración psicológica y social.
Igualmente, los estímulos generadores de ansiedad o miedo, como el abandono u otras circunstancias adversas, van a fomentar la creación de individuos con deficiencias intelectuales y psicológicas. Hay que hacer notar el hecho de que niños desnutridos se presentan con aumento del perímetro cefálico, ya que la naturaleza parte del principio de que lo más importante es el cerebro y hacia allí dirige la mayor parte de los nutrientes recibidos. Desde el punto de vista genético traemos una configuración de millones de años de reconversión o mezcla, que configuran la genética actual y que sería el temperamento que heredamos o componente biológico de la personalidad. El otro componente sería el aprendido o social, que se ha dado en llamar carácter.
Este aprendizaje es el que determina el comportamiento del individuo fundamentado en la plasticidad cerebral que puede generar cambios en la expresión fenotípica de un gen.
El gen no se modifica de una generación a otra, lo que se modifica es la expresión, explicado por la epigenética de la siguiente manera: Los cambios heredables en la expresión génica no implican cambios en la secuencia de ADN. Estos cambios pueden ser influenciados por factores ambientales y de estilo de vida, y juegan un papel importante en la regulación de la actividad génica.
La epigenética se refiere a modificaciones químicas en el ADN y en las proteínas asociadas al ADN que pueden afectar la forma en que los genes se activan o se desactivan. Estos cambios pueden tener implicaciones en el desarrollo, de la salud y la enfermedad tanto mental como física.
Cambios que posteriormente son heredables.
Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
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