Gente que Cuenta

Eppur si muove, por Leonor Henríquez

Giuseppe Bertini Atril press
Giuseppe Bertini,
Galileo mostrando al dux de Venecia cómo usar el telescopio, 1858

 

Estas líneas me las inspiró Galileo Galilei (1564 ​-1642)​​

El mismo que después de abjurar ante el Tribunal de la, no tan Santa Inquisición, que los planetas, el nuestro incluido, no giraban alrededor del sol, al final del juicio murmuró entre dientes su inefable:

Eppur Si Muove. (Y sin embargo se mueve)

Y este gran personaje, astrónomo, ingeniero,​​ filósofo, matemático​, físico, quien, entre otras cosas, descubrió los anillos de Saturno, las manchas solares, Ganímedes, la luna más grande de Júpiter, satélite que visito muy a menudo en mis ensoñaciones, y sobre todo la teoría heliocéntrica del Universo (en oposición a las teorías de Copérnico) por la cual fue juzgado por herejía.

En fin, un hombre muy ocupado, que sospecho también era poeta.

Esta es la frase que me encontró esta semana, unos cuatrocientos y pico de año después y que me movió, como los planetas:

“El Sol, a cuyo alrededor giran tantos planetas… no se olvida de madurar un racimo de uvas.”

Galileo Galilei

La guardo junto con esa otra que cito con frecuencia:

“La vida es una larga lección de humildad.”

James Barrie (autor de Peter Pan)

Y es que hay una línea muy delgada entre el “self confidence” (disculpen mi Spanglish) y la arrogancia.

Yo la crucé un millón de veces, profesionalmente y en mi vida personal.

A golpes voy aprendiendo mi lección.

Nada desconecta más en la vida que la arrogancia.

El momento en el que uno se siente mejor que los demás, es el principio del fin.

Pero gracias al Sol, en su infinita humildad, por madurar tantos racimos de uva que se transforman después en buen vino.

Yo estoy en dieta de alcohol, lo juro.

Pero…

Eppur si muove, o más bien:

Y sin embargo, bebo…

www.atril .press Leonor Henríquez
Leonor Henríquez (Caracas, Venezuela) Ingeniero Civil de profesión
(UCAB 1985).
Escritora y aprendiz de poeta por vocación.
Desde muy joven participó en talleres de escritura creativa en el CELARG, Caracas.
Sus ficciones fueron publicadas en la antología Voces Nuevas (1990-91), y
más adelante su testimonial, Existe la Luz (1995).
De su paso por la ingeniería surgieron sus Cuentos de Oficina (1997), otra manera de ver al mundo corporativo. Entre sus últimas publicaciones se incluyen sus
reflexiones sobre el duelo, Hopecrumb (2020) y “The Adventures of
Chispita” (2021), cuento infantil, una alegoría de la vida en el vientre materno.
Hoy en día comparte sus “meditaciones impulsivas” desde Calgary, Canadá, ciudad donde reside.
leonorcanada@gmail.com

de la misma autora

 

 

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