Tomé prestado este título de una obra de teatro del español Alejandro Casona, que fue puesta en escena en el Salón de Lectura Armando Zuloaga Blanco de Cumaná en mi adolescencia. Quería empezar con un título que expresara el cúmulo de emociones vividas en estos días de Copa América y la actuación de la Vinotinto y el resto de los equipos nuestros. Digo nuestros por latinos y me voy a referir después a dos de ellos.
El autor plantea en su drama teatral la lucha entre la fantasía y la realidad, la verdad y la mentira.
Con la selección de fútbol hemos vivido ese carrusel de emociones, muchas esperanzas, pocas alegrías y bastante frustraciones.
Sin embargo, a pesar de que una vez más nuestras ilusiones han quedado tiradas en el campo de juego, en mi caso particular sigue existiendo mucha esperanza.
Ahora están puestas en la participación de la Vinotinto en el próximo mundial. No sé si como en la obra de Alejandro Casona estamos viviendo una mentira, hasta que la realidad nos haga pisar tierra: no tenemos ni vocación ni talento para jugar futbol.
El culpable de estas esperanzas es Richard Páez a quien conocí como estudiante de medicina en una de mis clases de pregrado. Él nos ilusionó y nos hizo creer que podíamos no solo jugar, sino ganar. En sus primeros años como director técnico de la Selección, ganó muchas batallas, cuando ya la guerra estaba perdida. Pero mostró que por lo menos podíamos aprender a jugar y tener actitud triunfadora.
Vi jugar a esta selección de fútbol con mucho ahínco y propiedad y creo que el Gol de Rondón es el mejor de la Copa. Cuestión de catatimia.
En cuanto a los otros equipos de habla española, tengo para mí que las aflicciones de dos de ellos no se merecen los equipos que tienen: México y Perú.
Esta gente desde los periodistas, comentaristas hasta los fanáticos en general viven una gran mentira. Creen tener equipos de fútbol que no tienen. Eso es literalmente “fanatismo”.
Y dejo para último mi pronóstico. Estoy escribiendo esto antes de que se juegue una semifinal (Colombia/Uruguay) que debe ganar Colombia y la final Colombia/Argentina.
Colombia será campeón del torneo.
Espero no caerme de un platanazo y aprender a vivir con la verdad. Como en el final de la obra de teatro.
Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
getuliobastardo@yahoo.com.mx