Gente que Cuenta

Mapas,
por Lucy Gómez

World map Atril press
Mapa del mundo producido en Amsterdam en en 1689
Fuente: https://commons.wikimedia.org/

¿Quién no necesita un mapa? Para empezar, si hubiese mapas de nuestra vida, accesibles desde la infancia, otras serían nuestras historias. Pero como no los hay, uno se mete por muchos caminos, unos correctos, otros no tanto y el resto, que no son pocos, definitivamente poco recomendables.

Los mapas a la disposición son los desplegables de papel y los que encuentras en las carteleras de los metros, paradas de autobuses, buscadores y bibliotecas virtuales de la red.

Mi experiencia con el asunto viene de otra biblioteca, una vieja que les he presentado antes, en mi hogar de la infancia. Para mí eran inexplicables y maravillosos. Eran enormes cuando se desplegaban. Me enteré entonces de que ahí no se podía ver exactamente donde vivía uno, sino dónde quedaban pueblos y ciudades lejanas, adónde se llegaba por una autopista regional que nunca imaginé tan enorme como cuando pasé por allá la primera vez, después de la adolescencia, porque en mi casa no había automóviles ni viajaba nadie cuando era pequeña.

Encontré luego un mapa de Nueva York y otro de Lima. Que no sé a quién le habrán servido, ni porqué estaban ahí, porque que recuerde, nadie había viajado para allá, pero, en fin, igual los entendía poco debido a mis escasas nociones de geografía.

Fue después, cuando empecé a ir a las bibliotecas públicas y revisé mapas antiguos cuando me enamoré del papel, de las letras y símbolos y al final, de los sitios a los que solo podía llegar con la imaginación.

Hoy la cosa es mucho más sencilla, porque todo el mundo ha tomado fotos de todas partes.

Lo único que no puedes hacer es sentarte al sol en un café en uno de ellos y oír a su gente, sentir y oler su cultura. Todo llegará.

Por ahora, los mapas siguen siendo mis amigos, aunque hay algunos intimidantes, como los que combinan rutas de autobús, paradas de metro y paradas de tren. No los entiendo, definitivamente. Ni siquiera esos que hay en el teléfono y te van llevando de la mano (dicen ellos), los de “Cómo llegar”.  Solo tienes que situarte en la dirección de la flecha, ir viendo la imagen y las flechas en el teléfono y “llegas”. Yo siempre termino donde no es, preguntando a los peatones. Definitivamente tengo una extraña relación con los mapas.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

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