La boda de Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif va más allá de la reseña del vestido nupcial, que tiene significado propio, porque lejos de ser un hiperbólico diseño, donde bordados y brillo reflejaran el nacimiento de una nueva princesa, la futura reina de Jordania se apoderó de la frase de Cocó Chanel: “menos es más” y el diseñador libanés Elie Saab mostró cómo la perfección es hija de la sencillez. El vestido resaltó su figura sin romper el recato.
Tampoco quiso sobrepasar en altura a su hoy marido y por ello, eligió unos flats, que tampoco es novedad, pero destaca el sentido de la etiqueta que regía en un pasado no muy lejano, cuando cambiarse los zapatos en plena fiesta era señal de mal gusto.
Y la boda da para más. Nos encontramos a una pareja de reyes eméritos, unidos por el protocolo, Juan Carlos de Borbón y Sofía de España. Para ambos Jordania es tierra de afectos, pues su amistad con el rey Hussein, abuelo paterno del novio, fue estrecha y ha pasado de generación en generación, ya que Felipe VI y Abdalá II son amigos y a sus esposas suele comparárselas por su estilo.
Carlos III del Reino Unido indagó en el pasado para que la “firma” estuviera presente y por ello envió a los príncipes de Gales. No hay que olvidar que Kate vivió tres años de su infancia en tierras jordanas. Y como para destacar que esos afectos no se han borrado, la esposa de William ha vuelto a convertir a la moda en aliada diplomática al elegir a Elie Saab como diseñador de su vestido, coincidiendo así con la novia.
Además, por un día, Jordania fue la capital de la realeza mundial, lo que indica que es un país que sin darle la espalda a sus tradiciones busca ser un estado moderno.
Si Rania ha sido abanderada de la educación femenina, la reina Alia, tercera esposa del rey Hussein, abuelo del novio, fue una verdadera promotora de la mujer.
Quizás, elegir al palacio Al-Hashmiya para la celebración sea más que una coincidencia, ya que esa fue la residencia de Alia y Hussein.
Entre 1980 y 1997, Al-Hashmiya se utilizó para los jefes de estado y dignatarios visitantes. Luego, el rey Hussein y la reina Noor solicitaron convertir el edificio en hogar para unos huérfanos que vivían en duras condiciones en Amán. Esta vez albergó los deseos de felicidad hacia una pareja principesca.
Comunicadora Social egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas. Ha ejercido el periodismo en galerías de arte, en el diario El Universal, mantiene el espacio Madame Glamour en el programa radial Las entrevistas de Carolina. Escribe de moda, arte y estilo de vida.
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