News That Matters

102b

Cachivaches, por Luli Delgado
102b, Luli Delgado

Cachivaches, por Luli Delgado

Parece que es desde y va a ser para siempre que aparezca quien invente inutilidades y quienes les hagamos el juego.Recuerdo en Cien años de soledad, cuando llegaron Melquíades y los gitanos a Macondo con el mismísimo hielo, imanes, dentaduras postizas, una máquina de pegar botones y bajar la fiebre, un jarabe para hacerse invisible, y por ahí sigue la lista.Y a su vez, las visitas de Melquíades me recordaban la de los conquistadores españoles, cuando traían espejitos y cuentas de colores a los indios, a cambio de pepitas de oro.En nuestros días, con su eterna cara de “yo no fui” y su aparente dificultad de comprensión, los chinos se han ido colando poco a poco por las ramas, y una y otra vez pasa que cuando nos venimos a enterar ya es demasiado tarde.Recuerdo cuando made in China era sinón...
Más allá de una boda, por Mayte Navarro
102b, Mayte Navarro

Más allá de una boda, por Mayte Navarro

La boda de Hussein de Jordania y Rajwa Al Saif va más allá de la reseña del vestido nupcial, que tiene significado propio, porque lejos de ser un hiperbólico diseño, donde bordados y brillo reflejaran el nacimiento de una nueva princesa, la futura reina de Jordania se apoderó de la frase de Cocó Chanel: “menos es más” y el diseñador libanés Elie Saab mostró cómo la perfección es hija de la sencillez. El vestido resaltó su figura sin romper el recato. Tampoco quiso sobrepasar en altura a su hoy marido y por ello, eligió unos flats, que tampoco es novedad, pero destaca el sentido de la etiqueta que regía en un pasado no muy lejano, cuando cambiarse los zapatos en plena fiesta era señal de mal gusto. Y la boda da para más. Nos encontramos a una pareja de reyes eméritos, unidos por e...
Bernardino Araque, por Alejandro Moreno
102b, José Alejandro Moreno Guevara

Bernardino Araque, por Alejandro Moreno

La primera bodega que hubo en San José de Bolívar fue la de Bernardino Araque. Bernardino era un hombre bondadoso y solitario. Había enviudado muy joven y no se había vuelto a casar. Venía de una estirpe de Bernardinos. De hecho su abuelo Bernardino Araque Mora había entrado a Caracas tres caballos más atrás de Cipriano Castro. En su bodega podía conseguirse desde un rifle de dos bocas hasta un paquete de galletas Arita. Un día le trajeron de La Mesa de San Antonio a una muchacha para que lo ayudara en la bodega y si él quería tenerla de mujercita. Vasilia Benítez tenía dieciséis años sin embargo era toda una mujer. Para Bernardino resultó de gran ayuda aquella muchacha en flor que era una máquina imparable de trabajo. Sin embargo pasaron los años y Bernardino nunca tocó a Vasilia. ...
Manjar, por Leonor Henríquez
102b, Leonor Henríquez

Manjar, por Leonor Henríquez

read it in EnglishCuando alguien dice que un postre está muy dulce, siempre pienso para mis adentros: bueno… ¿y eso no es el reason why de un postre? A mí me encanta empalagarme y mientras más dulce sea un postre, o la vida, mejor.  Ayer, precisamente, quedé empachada con un delicioso saquito de azúcar.Menos mal que ya había cumplido con mi dieta cotidiana de las ocho manzanas, les explico al final de qué se trata.Esta dulzura que conocí ayer, en verdad tiene como un millón de calorías, un verdadero manjar.Su nombre es Mango.Mi mamá los preparaba en jalea, batido, mermelada.Este es peludo, juguetón y tiene dienticos afilados.Mango es un cachorrito de ocho semanas, mi nuevo nieto de cuatro patas.Ayer lo conocí. Nos comimos a besos y mordisquitos. Creo que le caí bien.¡Qué manera más linda d...
La cantina del colegio, por Victorino Muñoz
102b, Rafael Victorino Muñoz

La cantina del colegio, por Victorino Muñoz

Hay gente que recuerda con cariño sus tiempos de escuela. Sus maestros, sus compañeros, etc. Yo no. No soy de ese grupo. Yo odiaba el colegio. Y no porque me fuera mal en los estudios. Al contrario, siempre fui del cuadro de honor.La verdadera culpable de todo es la cantina del colegio. Como se sabe, la cantina del colegio es ese lugar donde te venden algunas cosas de comer, golosinas, bebidas y demás, para que quien no llevó merienda, tenga cómo entretener el hambre hasta la hora de llegar a casa a almorzar o cenar, dependiendo del turno que sea.Pero, en mis tiempos (no sé si ahora es igual) nadie previó que una cantina y dos o tres personas no son suficientes para atender a todos aquellos locos gritando: “una malta, una empanada, un cachito, un tequeño, una chupeta, señora, ay...”En mi c...