Cachivaches, por Luli Delgado
Parece que es desde y va a ser para siempre que aparezca quien invente inutilidades y quienes les hagamos el juego.Recuerdo en Cien años de soledad, cuando llegaron Melquíades y los gitanos a Macondo con el mismísimo hielo, imanes, dentaduras postizas, una máquina de pegar botones y bajar la fiebre, un jarabe para hacerse invisible, y por ahí sigue la lista.Y a su vez, las visitas de Melquíades me recordaban la de los conquistadores españoles, cuando traían espejitos y cuentas de colores a los indios, a cambio de pepitas de oro.En nuestros días, con su eterna cara de “yo no fui” y su aparente dificultad de comprensión, los chinos se han ido colando poco a poco por las ramas, y una y otra vez pasa que cuando nos venimos a enterar ya es demasiado tarde.Recuerdo cuando made in China era sinón...