Si trabajas en una oficina o visitas alguna, las has visto. Su papel es alegrar algo el ambiente, hacerlo menos gris y frío. Generalmente terminan de cenicero, llenas de colillas, arrinconadas en una esquina muy lejos del sol. De vez en cuando, si hay suerte, el servicio de limpieza las riega y les pasa un trapito a las hojas.
Pero su función va mucho más allá de la decorativa. Por lo menos dos son reconocidas por limpiar el ambiente. Son la palmera china y la drácena.
Quien piense que la contaminación ambiental nos ataca sólo al salir a la calle está equivocado. Dentro de nuestras casas y en los centros de trabajo se concentran cinco veces más contaminantes que afuera y pasamos 80% de nuestro tiempo en espacios interiores.
Los agentes de la contaminación son numerosísimos. Los muebles de aglomerado, las tapicerías y alfombras y algunos plásticos contienen formaldehido. Los limpiadores de alfombras y telas, los cartuchos de impresora, las pinturas de las paredes, tricloroetileno. Los humos de tabaco, los detergentes y otros limpiadores contienen benceno. Las computadoras, amoníaco y los plásticos, xileno y tricloroetileno. Este último causa irritación en los ojos y en las vías respiratorias.
El formaldehído causa otro tipo de alergias: irritación de la piel, erupciones y asma. El benceno, bajas de la tensión, dificultad para respirar, excitación. El amoníaco, sensación de sequedad en la garganta, dolores en el pecho y faringitis.
La drácena es una de estas plantas de oficina que filtra las emanaciones de los limpiadores de alfombras y telas, de los cartuchos de impresora, pinturas y barnices, aglomerados, humos, detergentes y monóxido de carbono. La palmera china limpia el ambiente del humo de cigarrillos, emanaciones de detergentes, limpiadores de alfombras y cartuchos de impresoras.
Conseguirlas es fácil y poco costoso, porque no compiten en el circuito de las flores de temporada ni en el de plantas de moda, así que las venden por correo en grupos de tres, en el caso de las palmeras chinas bebés, de 20 a 30 cm, por menos de dos euros …muchísimo más caras son las palmeras de plástico. Las drácenas de 30 cm se consiguen por algo más de diez euros.
Pueden estar fácilmente en interiores a dos metros de una ventana, entre 22 y 26 º C, aunque soportan más frío y más calor fácilmente. Se siembran en tierra de jardín de uso general, se riegan cuando la tierra esté seca. No le echen colillas de cigarrillo en la base, por favor, no son ceniceros. Las hojas se limpian con agua tibia una vez a la semana. Y si quieren más plantas, se propagan dividiendo el tronco por una rama con alguna hoja y sembrando ese tallo, que enraíza rápido. Cuando haga calor, pulverícenle agua. Y si puedes, no tengas una, sino varias, para que puedan combatir juntas tu suciedad ambiental.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com