Propuesta indecente,
por Getulio Bastardo

Recuerdo esta película y la traigo a colación ahora por casos no semejantes sino porque se involucran los mismos temas o conceptos tratados en el filme.
En la película Propuesta indecente (Adrian Lyne, 1993) un millonario de Las Vegas (Robert Redford) le ofrece a una pareja en apuros económicos, un millón de dólares por pasar una noche con la joven esposa (Demi Moore).

Después de mucho discutirlo y privar en demasía el aspecto económico precario del matrimonio, la pareja acepta la propuesta y…se desató el conflicto.
Hay puertas que no se deben abrir y esta es una de ellas; la puerta que se abre a la posibilidad de la infidelidad y pone a prueba la lealtad y el amor.
En asuntos de pareja donde estén involucrados temas como la tentación, la moralidad, el dinero y los límites de una relación, no se deben tratar tan ligeramente y nunca deben ser influenciados por la situación monetaria actual de la pareja.
Después de tomar ese camino se topan los caminantes con los demonios de los celos, las inseguridades, la desconfianza, frustraciones, angustia, dolor, llanto y desesperanza.
Si la pareja es lo suficientemente madura e inteligente como para manejar esos asuntos y no entrar en conflicto, pueden probar romper los límites y desafiar las normas sociales.
Independiente del final de la película el espectador se plantea algunas preguntas como ¿si la pareja acepta la propuesta, no abre la posibilidad de una segunda oportunidad si se presenta? ¿Eso no se llama prostitución?
Cuando la desesperación económica lleva a la pareja a aceptar una situación como esa, por la necesidad y no por convicción, se sueltan los demonios que cada uno guarda en su interior, algunos inconscientes y otros menos inconscientes y más evidentes, como los celos. Situaciones semejantes se plantean en las fiestas swingers cuando el intercambio de parejas no va acompañado de la madurez, inteligencia, convicción y conocimiento del otro para que las cosas fluyan con “normalidad”, sino que el conflicto adquiere dimensiones inimaginables.
Los casos que he conocido en el ejercicio profesional han terminado mal. Claro, en esta muestra hay un sesgo, son los casos que han buscado ayuda. Supongo que hay otros que lo disfrutan sin remordimiento ni conflictos posteriores.

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