Reencuentro de almas, por Alfredo Behrens

ler em português

Esta crónica sigue a la de https://www.atril.press/encontro-de-almas-por-alfredo-behrens/

¿Se acuerdan de aquel buen tipo que conocí en una parada del Metro de Oporto y que, a trompicones, buscaba trabajo como latonero? Bueno, no consiguió el empleo. Pero, tiempo después, le vi bajando del Metro en una parada en la que yo estaba tomando café en una terraza.

Lo curioso fue que, mientras él bajaba del Metro, me miró sin reconocerme y me preguntó en qué estación estaba: “Brito Capelo”, le contesté, aun intentando comprender de dónde le conocía. Ya estaba reanudando su camino cuando me di cuenta de que era el mismo latonero y le llamé por su profesión. Cuando se giró me hizo saber amablemente que me conocía, pero no parecía estar seguro. Aun así, aceptó mi invitación a un café. Seguimos los protocolos portugueses de: ¿Corto? ¿Lleno? ¿goteado? etc. y me dirigí al mostrador para pedírselo.

Mientras tanto, no podía dejar de pensar en la sorpresa de volver a encontrarme con él. Aunque el primer encuentro fue operativo, como “¿dónde queda esta calle?”, aquella conversación dejó entrever a una persona interesante que desapareció antes de que pudiéramos establecer algún nexo. ¿Y no fue que lo volví a encontrar, en la misma línea del Metro, pero en otra parada? ¿Cuál sería el significado de aquello?

Volví a la mesa y esta vez la conversación fue más relajada, cómodamente sentados, tomando café. Fue breve porque él necesitaba llegar a otra dirección donde tal vez le esperaba un trabajo.

Hoy lo llamé para saber cómo le había ido en su entrevista. Contestó su mujer, la de la feria. Fue amable y, tras preguntar mi nombre, le dijo que el que llamaba era el señor de Matosinhos. Sí, lo contrataron, pero por poco tiempo. No había suficiente trabajo que requiriera su colaboración. “Está difícil”, me confirmó por teléfono. “Ya no arreglan los coches como antes. Ahora cambian toda la pieza de la carrocería en vez de arreglarla”. En consecuencia, había poca demanda de sus servicios. Dijo que aceptaría un trabajo haciendo otra cosa. Veré qué puedo conseguirle. Si te enteran de algo, ¿por favor me avisan?

del mismo autor