
Ilustración de la primera edición de Winnie-the-Pooh, de A.A. Milne
Ayer se celebró el Día de Winnie-the-Pooh, ese adorable osito de peluche que ha conquistado corazones desde 1926; la fecha se escogió en honor a su creador, el inglés Alan Alexander Milne, nacido el 18 de enero de 1882 en Londres.
Los libros están escritos en un tono encantador y sencillo y han sido traducidos a múltiples idiomas ¡hasta en latín! Milne captura la inocencia y la imaginación infantil mientras explora temas universales como la amistad, la perseverancia y el ingenio.
Debo confesar que no conocía su historia, pero ahora sé que fue inspirado en el osito de peluche del hijo de Milne, Christopher Robin, y que el nombre «Winnie» proviene de una osa negra del zoológico de Londres, adoptada por soldados canadienses y llamada Winnipeg. «Pooh», en cambio, era el nombre de un cisne al que Christopher Robin había bautizado así.
Sus aventuras, donde prevalecen la amistad, la curiosidad y las travesuras, ocurren en el Bosque de los Cien Acres, inspirado en el Ashdown Forest de Sussex, Inglaterra. Es un bosque encantado donde Winnie the Pooh, junto a Piglet (el cerdito tímido y leal), Tigger (el tigre enérgico y amante de los saltos), Igor (el melancólico y adorable burro), Kanga y Roo (la cangura protectora y su hijo aventurero), Rabbit (el conejo pragmático y mandón) y el sabio Búho (que no siempre acierta), nos enseña que la felicidad no está en grandes gestos, sino en pequeños detalles: un día soleado, una conversación sincera o, por supuesto, ¡un tarro de miel compartido!
El osito original, que inspiró al personaje, todavía se puede visitar en la Biblioteca Pública de Nueva York. Las ilustraciones de E. H. Shepard le dieron a Pooh su clásica apariencia, más esponjosa y realista que la versión de Disney, quien en 1961 adquirió los derechos y lo adaptó en películas, series y productos, dándole al personaje su famosa camiseta roja. En 2022, los derechos del Winnie-the-Pooh original pasaron al dominio público, aunque las versiones de Disney siguen protegidas.
Como dato curioso, en 2009, Pooh obtuvo una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
El optimismo frente a los contratiempos y la capacidad para vivir el presente convierten a Pooh en un modelo a seguir. Recuerda su frase: «Siempre hay un mañana»…
La vida, con todas sus complejidades, puede ser tan dulce como la miel si la miramos con ojos simples y un corazón generoso.

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