¿Te suena el nombre de Ángela Ruiz Robles?
Pues debería, más aún si nos estás leyendo desde una tablet o un iPad, porque ella es, digámoslo así, ¡su abuela!
Angelita, como la llamaban cariñosamente, nació en España, en Villamanín, León, en 1895 y era maestra, escritora e inventora.
A la edad de 50 años se le ocurrió una idea genial: un libro mecánico con láminas que se iluminaban cuando tocabas con el dedo, mostrando dibujos y textos educativos. ¡Era el precursor del libro electrónico! Este artilugio incluía lecciones de gramática, inglés, francés, matemáticas y además te permitía leer en horizontal y vertical. El mecanismo consistía en un dispositivo portátil que permitía almacenar y leer información en un soporte digital, y contaba con características que permitían la reproducción de sonidos y la posibilidad de marcar y buscar palabras dentro del texto. Esto fue una idea revolucionaria en la época, ya que la tecnología digital apenas estaba comenzando a desarrollarse.
Desde Estados Unidos intentaron comprarle la patente, pero Angelita no quiso.
A pesar de lo innovador de sus creaciones, no logró comercializar sus inventos ni producirlos a gran escala. La gente de su época no estaba ni cerca de entenderla.
Viuda, con tres hijas, ama de casa y maestra, entre invento e invento, dictaba conferencias y escribía: fueron 16 libros para hacer la enseñanza más amena. ¡Tenía tiempo para todo!
Aunque posiblemente no vislumbró la repercusión que tendrían sus creaciones, tuvo la satisfacción de llevarse varios premios y reconocimientos dentro y fuera de España, como la Cruz de Alfonso X El Sabio.
Si vas por los lados de La Coruña en España, acércate al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología y podrás admirar este curioso artefacto, obra de una gran mujer.