Gente que Cuenta

Te cuento que… por Suzan Matteo

Cathy Horvath Buchanan Atril press
Cathy Horvath-Buchanan,
Huevos de Pascua, 2020

¡Hoy es día de Pascua!

Me imagino que a muchos de ustedes, como a mí, les ha llamado la atención eso de la Pascua, los huevos y los conejitos.

La tradición de los huevos de Pascua tiene orígenes antiguos y no está claramente definida. Una teoría es que la costumbre se remonta a la antigua Persia, donde los huevos eran símbolos de fertilidad y renacimiento en la primavera. También se cree que los antiguos egipcios, romanos y cristianos adoptaron esta tradición y la incorporaron a sus propias celebraciones.

En el siglo XIII, en Grecia y Rusia, los huevos se comenzaron a pintar con diseños elaborados y se intercambiaban como regalos; hoy esta costumbre se ha generalizado.

También suelen esconderse para que los niños los busquen y su encuentro sea motivo de alegría, ya que pueden ser de chocolate y hasta rellenos con otros dulces.

En cuanto al conejo de Pascua, se cree que esta tradición se originó en Alemania en el siglo XVIII. Los niños alemanes solían hacer nidos de hierba en los jardines para que los conejos pusieran sus huevos de Pascua allí. Con el tiempo, la tradición se extendió a otros países y se convirtió en un símbolo popular de estas fechas.

Para los cristianos, los huevos de Pascua simbolizan la tumba vacía de Jesús después de su resurrección y el conejo enseña cómo debe ser la vida del cristiano hacia su propia resurrección. Las patas traseras son fuertes y sirven para ascender por los senderos empinados de la vida, mientras dificultan las bajadas. Curioso ¿no?

La relación entre los huevos y el conejo es que el conejo se encarga de repartir los huevos de Pascua a los niños. En algunas versiones de la leyenda se dice que el conejo es mágico y puede poner huevos de Pascua, mientras que en otras simplemente es un mensajero de la entrega.

Lo cierto es que ya hasta los Papas celebran con estos símbolos.

Benedicto XVI envió en varias ocasiones huevos de Pascua a niños desvalidos y el papa Francisco ha seguido el ejemplo enviándolos como obsequio a niños enfermos y en centros de acogida.

Así que con huevos, conejos y mucha alegría ¡celebremos este día de la Resurrección!

¡Feliz Pascua!

Suzan Matteo Atril press
Suzan Sezille de Matteo es caraqueña, cosecha del 52; ingeniero industrial aplicada al área social; esposa, madre de dos, que ahora abuelea y escribe desde Inglaterra.
suzansezille@gmail.com
IG @tomadodeaquiydealla

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