El mago, 1475-1480
El miércoles pasado se conmemoró el Día Internacional del Mago, un tributo a los artistas de la ilusión que nos maravillan con sus trucos, sumergiéndonos en un mundo de sorpresas y encanto. La elección de esta fecha no es casual; coincide con el fallecimiento de San Juan Bosco en 1888, venerado como el santo patrono de los magos.
San Juan Bosco, sacerdote italiano, educador y escritor, cautivó a multitudes, especialmente a los jóvenes, con su destreza en la magia y el malabarismo mientras compartía la palabra de Dios. Su legado trascendió, siendo elegido patrono de los magos en un congreso de magia en España, y estableciendo así el 31 de enero como el Día del Mago.
A lo largo de la historia, varios magos han destacado por sus habilidades excepcionales, contribuciones al mundo de la magia y su impacto duradero en la cultura. ¡Imposible mencionarlos a todos! Enfoquémonos en algunos de ellos…
Merlín, personaje legendario del siglo VI d. C., conocido como el mago y adivino galés, dejó un legado que perdura como una figura emblemática en la literatura universal.
Robert Houdini, del s. XIX, considerado el padre de la magia moderna, introdujo el concepto de magia elegante y sofisticada, distanciándose de la imagen de los charlatanes de la época.
Nacidos en el s. XIX, pero actuando en el s. XX, Harry Houdini, famoso por sus habilidades como escapista, y Dai Vernon conocido como «El Profesor», que se destacó en la cartomagia y es considerado uno de los mejores manipuladores de cartas de todos los tiempos. Su influencia perdura a través de generaciones de magos, con su libro «The Expert at The Card Table» como referencia clásica.
Como contemporáneos, David Copperfield revolucionó la magia en la década de 1990 con espectáculos monumentales, como hacer desaparecer la Estatua de la Libertad y atravesar la Gran Muralla China; David Blaine, conocido por sus actuaciones callejeras y sus hazañas sorprendentes, como levitar y permanecer sin comer durante días; y Criss Angel, reconocido por trucos de alto impacto y su programa televisivo «Mindfreak».
Todos ellos se destacan no solo por sus habilidades técnicas, sino también por su capacidad para reinventar la magia; han dejado una marca indeleble influyendo en generaciones y llevando este arte a nuevos horizontes.
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