Gente que Cuenta

Tillandsias, claveles del aire,
por Lucy Gómez

Tillandsia aeranthos Atril press
“…las tillandsias, las especies más numerosas de bromelias, alrededor de seiscientas distintas. Se encuentran en desiertos y bosques tropicales, desde México y Estados Unidos hasta el Pacífico”.

La primera vez que las vi parecían plumas plateadas, con un extremo rosa pálido, suspendidas en el aire. En realidad colgaban de un tronco pequeño, pero definitivamente no se parecían a ninguna otra planta ni por los colores, ni por su forma de danzar con el viento. No se amarraban como las orquídeas, simplemente flotaban.

Más adelante conocí a otras de sus hermanas y primas, más o menos fuertes, más o menos aéreas o sorprendentes, como la barba de viejo, que cuelga de los árboles en un complicado tejido alargado de punto gris, plateado   y verde.

Son las tillandsias, las especies más numerosas de bromelias, alrededor de seiscientas distintas. Se encuentran en desiertos y bosques tropicales, desde México y Estados Unidos hasta el Pacífico, pero hoy se han convertido en una planta de moda en las grandes ciudades, porque no necesitan prácticamente nada de lo que piden otras para vivir, necesitan comida muy de cuando en cuando. Su nombre se debe a que el padre de la botánica, Carlos Linneo, les dio el nombre de un botánico sueco-finlandés que murió en 1693, llamado Elias Tillandz, padre de la botánica finlandesa porque escribió el primer trabajo botánico del país, Catalogus Plantarum y fundó también su primer jardín botánico en Turku, en 1678.

Se trata de hierbas con un sistema de raíces que las ancla a otras plantas sin succionar nutrientes, es decir, son epífitas y  su tono plateado es porque tienen tricomas, unos poros modificados por donde pueden absorber agua y comida. Así que toman agua y nutrientes del aire, prácticamente. Las flores, son de todos colores; rojas, amarillas, moradas y rosadas, inclusive de varios colores a la vez.

También cambian de color cuando florecen, pero su mayor atractivo es el color de sus tallos y hojas, porque pueden tardar mucho tiempo en florecer.

Son tolerantes al frío y al calor, pero si las tienes en casa, deben estar fuera de la luz del sol directo, en un sitio muy iluminado y para igualar las condiciones del bosque, hay que pulverizarles agua, preferentemente de lluvia o reposada durante 24 horas para quitarle las sales minerales y el cloro. Si hace mucho calor, se sumergen por un rato, diez minutos, un par de veces a la semana y una vez por semana si hace frío.

Cuando las cuelgues en casa verás qué bellas e interesantes son. Comen generalmente una o dos veces al año. Hay quien les mezcla en el agua que le atomizan fertilizante comercial de orquídeas diluido. Yo prefiero mis tés de plátano o cambur, que contienen potasio para la floración. Por si no se acuerdan de la receta, son tres pieles o conchas de plátano o cambur en  agua hirviendo por un cuarto de hora. Luego reposan el agua, la cuelan y  la usan, sin guardarla mucho porque no tiene conservantes químicos. La tillandsia te lo agradecerá rápidamente con más raíces, ramitas y flores.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

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