Incorporar 10,000 pasos diarios en la rutina es una recomendación cada vez más popular entre los expertos en salud, especialmente para personas con diabetes, ya que este hábito aporta múltiples beneficios a la salud física y emocional. Sin embargo, aunque parece un objetivo sencillo, en un mundo donde el sedentarismo es frecuente, lograrlo puede requerir algunos ajustes en el estilo de vida.
Caminar 10,000 pasos diarios equivale a recorrer entre 7 y 8 kilómetros, lo cual representa una actividad física moderada. Este nivel de actividad ayuda a mejorar la circulación, reducir los niveles de glucosa en sangre, controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para personas con diabetes, especialmente diabetes tipo 2, mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucosa en sangre, factores clave para evitar complicaciones de salud. Si cumplimos ese objetivo, también logramos reducir en un 35% el riesgo de enfermedad cardiovascular, en un 20% el de cáncer y en un 50% el riesgo de demencia. Es más, solo con andar 4.000 pasos, ya conseguimos beneficios, como el poder reducir el riesgo de demencia en un 25%.
Para lograr esta meta necesitas integrar pequeños cambios en la rutina de manera gradual:
- Iniciar el día con una caminata: comenzar la mañana con una caminata un paseo de 15 a 20 minutos antes de comenzar el día puede representar alrededor de 1,500 a 2,000 pasos.
- Aplicación de conteo de pasos: para motivar a seguir caminando y alcanzar la meta.
- Hacer caminatas después de las comidas: caminar después de las comidas, especialmente después de la cena, ayuda a mejorar la digestión y puede contribuir a estabilizar los niveles de glucosa. Una caminata de 10-15 minutos después de comer es suficiente para añadir alrededor de 1,000 a 1,500 pasos diarios.
- Subir escaleras en lugar de tomar el elevador, establecer pausas activas durante el día, realizar actividades en pareja o en grupo y aprovechar los recados y las actividades cotidianas, son distintas acciones que suman pasos a tus días.
Comenzar con metas menores y aumentarlas gradualmente ayudará a evitar la fatiga y el desánimo. Asimismo, es esencial mantener una postura adecuada, utilizar calzado cómodo y beber suficiente agua durante el día para evitar la deshidratación.