
Los paralelos continúan en muchas formas, por ejemplo: a la mañana siguiente al asesinato, el pequeño John preguntó a uno de los agentes secretos: “Un hombre malo mató a mi papá… ¿Quién fue?

Igualmente, un sábado lluvioso un siglo antes, el acongojado Robert Lincoln hizo una pregunta similar al secretario de la marina: Sr. Welles, ¿Sabe Ud. quién fue el asesino de mi padre?