Gente que Cuenta

Alegría de tísico,
por Getulio Bastardo

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“Alegría de tísico: Es una expresión que refleja la resiliencia y la capacidad de encontrar alegría en medio de la adversidad”.

Es un término utilizado en lenguaje coloquial para describir la situación de alguien que se muestra alegre o feliz a pesar de estar pasando por una enfermedad o situación grave o dolorosa, como la tuberculosis.

¿Ustedes se han preguntado por qué precisamente se nombra o se escoge la tisis o tuberculosis para conformar este refrán y no otra enfermedad, habiendo tantas enfermedades graves que uno puede padecer y salir con y sin alegrías previas.

¿Por qué precisamente la tuberculosis?¿Es que acaso el tuberculoso se alegra de su enfermedad? Una enfermedad que hace años era endémica en Venezuela y en muchos otros países y significaba o significa una carga social alta para la familia y la sociedad.

Recuerdo al Sr. Pedro, un padre de familia con una esposa y dos niñas de 10 y 8 años, que al ser diagnosticado de tuberculosis le indicaron reposo absoluto y buena alimentación, además del tratamiento. Era un trabajador, maestro de albañilería que al enfermarse se quedó sin ingresos, viviendo de la caridad de familiares y amigos, ¿eso es para alegrarse?

Buscando la explicación de la frase en una introducción en Internet dice: “Es una expresión que refleja la resiliencia y la capacidad de encontrar alegría en medio de la adversidad”. Esto explicaría la oración, si la resiliencia fuera propia de la tuberculosis, pero la resiliencia se puede y debe dar en cualquier circunstancia adversa.

He tratado de buscarle explicación a esta sentencia y es la siguiente:
El tratamiento de primera línea para la tuberculosis es la Isoniazida, una substancia inhibidora de la Monoaminooxidasa (IMAO), que es una enzima que descompone o inactiva los neurotransmisores Aminas (Serotonina,Dopamina y noradrenalina).
La disminución de las concentraciónes de Serotonina en las uniones Interneuronales explicaría la depresión desde el punto de vista de la neuroquímica.

Al indicarle Isoniazida al enfermo de tuberculosis, también se le está suministrando un antidepresivo, el cual inhibiría la monoaminooxidasa, permitiendo de esta manera mantener intactos las aminas, serotonina entre ellas y elevar su concentración en los espacios Inter Sinápticos.

De esta manera se elevaría el estado de ánimo de los enfermos de tuberculosis, presentándose libre de tristezas y sin ansiedad o preocupaciones porque a la larga estos medicamentos también actúan como ansiolíticos. Por eso la alegría del tísico.

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Getulio Bastardo
Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
getuliobastardo@yahoo.com.mx

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