Un mar apacible color turquesa, largas playas de arena blanca, un sol que resplandece todo el año y sobretodo gente cordial y hospitalaria, son las características que hacen de Aruba un destino ideal para escaparse de la rutina y regalarse momentos inolvidables.
No en vano se ha merecido estar entre las favoritas de las islas del Caribe. Ya sea que se visite por un día con un crucero o por varios días, Aruba ofrece una infinidad de alternativas para los viajeros que buscan unas vacaciones alegres y que no se conforman con lo convencional.
Si estar de vacaciones significa para ti estar tumbado en la arena, hojear un libro, untarte crema protectora y tomar una bebida refrescante, has escogido el lugar indicado.
"No en vano se ha merecido estar entre las favoritas de las islas del Caribe. Ya sea que se visite por un día con un crucero o por varios días, Aruba ofrece una infinidad de alternativas para los viajeros que buscan unas vacaciones alegres y que no se conforman con lo convencional."
Si por el contrario, prefieres el movimiento, únete a la gente del mar y disfruta paseos en tabla a vela, kayak, bote banana, en neumático o moto de agua, súbete a un bote de pesca y tira el anzuelo, aborda un velero para un paseo romántico durante la puesta del sol, haz paracaidismo de arrastre sobre el mar, kite surfing, sumérgete en el submarino o explora los tesoros bajo el agua con snorkeling, buceo o con escafandras.
También puedes pasear a caballo a la orilla del mar, alquilar un vehículo rústico y descubrir sitios nuevos o simplemente una moto para llegar a playas escondidas.
Las atracciones de Aruba son infinitas. Esto se puede apreciar en las ensenadas de Andicuri y Dos Playas, la piscina natural de Conchi, una piscina formada en las rocas de la costa de Barlovento, las playas de Boca Catalina, Eagle Beach, Boca Grandi y Coco Beach.
No dejes de visitar la iglesia de Santa Ana en Noord, con su altar tallado a mano; la formación rocosa de Casibari y el antiguo faro de California.
Observa el famoso árbol Dividivi, símbolo de Aruba, el cual toma su forma porque los alisios que soplan del noreste hacen que el árbol apunte hacia el suroeste. Los nativos de la isla recomiendan a los turistas que se aventuran a dar paseos solos, que en caso de desorientación, observen hacia adonde apunta un Dividivi y seguir la dirección que indica su copa para llegar a Oranjestad, la capital.