Autoestima,
por Getulio Bastardo

Cuando veo a una persona, mujer u hombre, haciéndose retoques quirúrgicos en la cara tales como “me elevo un poco los párpados”, “me retoco el mentón”, o frases como “no me gusta mi nariz”, “soy fea”, “estoy flaco” o “muy gordo”, etc. no tengo menos que pensar que esa persona tiene la autoestima muy baja.
Ahora, ¿qué es la autoestima? Es la valoración que uno hace de sí mismo, es como nos vemos, valoramos y percibimos con respecto a nuestro físico, cualidades personales y logros.
Le comento a la gente que el primer principio de la autoestima es aceptarse y quererse uno tal cual es y eso implica resaltar y utilizar sus atributos y cualidades y minimizar las deficiencias o tratar de superarlas.
He visto muchos casos de adolescentes descontentos con su figura, el color de su piel, su estatura o su pelo. El problema no es su figura, su color, su pelo o cualquier deficiencia en sus atributos físicos de acuerdo con los estándares de la TV y el cine e Internet. No podemos pretender ser Kent y Barbie. El problema está en la auto percepción que tienen de ellos.
La pregunta es ¿por qué se perciben negativamente? Esto tiene que ver con traumas o agresiones de la infancia, físicos, psicológicos o sexuales. Falta de apoyo emocional y experiencias de abandono, rechazo o fracasos.
Los comentarios negativos que le hacemos al niño o las comparaciones con valoraciones negativas con respecto a otros, son como órdenes que recibe el cerebro y las va a cumplir de adulto.
Si no resaltamos los atributos y cualidades de un niño, sino que por el contrario solo le hacemos ver sus deficiencias o puntos negativos, no va a desarrollar su autoestima adecuadamente sino que se va a sentir incapaz y percibir como inferior ante los demás. Debemos recordar que nadie aprende con gritos, regaños, descalificaciones o insultos, sino todo lo contrario, pierden cualidades.
Para mejorar la autoestima es necesario trabajar en el desarrollo de una imagen positiva de sí mismo. ¿Cómo se logra esto?

• Reconociendo y celebrando los logros, por pequeños que sean.
• Aceptando errores y fracasos. No somos perfectos. Cada fracaso es una oportunidad de desarrollo.
• Cuidando de sí mismo. Fortaleciendo los hábitos de alimentación, sueño y ejercicios.
• Satisfaciendo las necesidades afectivas.
• Estableciendo metas realistas.
• Teniendo un hobby y estrechando vínculos sociales.
• Aprendiendo a decir no.
• Buscando ayuda cuando sea necesario.

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