Balcones, terrazas y patios reciben a diario a las bulliciosas guacamayas que engalanan los cielos caraqueños, trayendo alegría a nuestras convulsionadas vidas. Parece que cada vez son más y que se han reproducido velozmente. Forman parte del paisaje caraqueño y de alguna manera nos reconcilian con nuestra ciudad.
Son al menos cuatro especies las que sobrevuelan Caracas. Estas hermosas y coloridas aves le han dado a la ciudad una magia especial, se han convertido en un emblema caraqueño reconfortante y fuente de inspiración para fotógrafos que nos deleitan con espectaculares fotos en las redes.
En Caracas encontramos sobre todo a la guacamaya azul y amarilla (Ara araurana), la roja y verde (Ara chloropterus), la amarilla, azul y roja (Ara macao) y unas más pequeñas, verdes con destellos rojos y azules en sus alas (Ara severus).
Inapropiada y accidentalmente, llegaron a la capital hace unos 40 años. Probablemente muchas se escaparon del cautiverio y otras fueron liberadas. Y es que de ninguna manera estas aves son para tenerlas encerradas ni criarlas como mascotas. Sin embargo, por un desafortunado evento, la población de guacamayas se multiplicó, aunque su hábitat original está muy lejos, hacia el Este del país.
Ni pan, ni leche, ni arepas, ni cereales procesados
Comen sin miedo de la mano y tienen una inteligencia asombrosa. Una vecina les puso un comedero en su balcón y todos los días van. Por los videos que manda se ve que entienden algunas cosas que les dice y hasta me he preguntado, ¿será que siempre van las mismas? “Dense un piquito, un besito”, les dice, y enseguida unen sus picos.
El contacto con tanta gente, conlleva el riesgo de que les den alimentos inapropiados como grasas, harinas y azúcares. He leído con preocupación en las redes que les dan galletas, pizza, chucherías y otras cosas que las envenenan lentamente.
Ni pan, ni leche, ni arepa, ni cereales procesados. Chocolate, perejil y aguacate son tóxicos. Su alimentación se basa en semillas de girasol, maíz, arroz, trigo y avena. También comen frutos secos, cambur, mamón y lechosa, lechuga y berro, legumbres frescas, insectos, lombrices y néctar de flores, entre otras cosas de fácil digestión.