El regreso del hombre invisible, por Álvaro Ríos
Mucha gente dice que me parezco a Kevin Bacon. La verdad no sé por qué afirman semejante atrocidad. Además, ¿cómo pueden decir eso si nunca me han visto?Desde que ocurrió lo de la transformación no me quedó otro camino que desaparecer. Mis amigos de la universidad me aseguraron que el experimento era reversible. ¡Reversible un rábano!Para ser honestos, debo decir que me gusta vivir de este modo; sin embargo, añoro el pasado, sobre todo mis encuentros con Elisabetta, mi novia de toda la vida: tengo un deseo enorme de estar con ella. Hace poco se me ha ocurrido la idea de enviarle una carta. Ustedes se preguntarán por qué no uso el email, o mejor, sus redes sociales. Recuerden mi situación: no existo, al menos desde el punto de vista sensorial. Tampoco puedo ir a un cyber y alquilar un compu...