IA con A de Arrogante,
por Álvaro Ríos
Ruy bajó la mirada y echó un vistazo hacia el interior de la máquina. Encendió un soplador y retiró el polvo de los circuitos. Desconectó las clavijas, las limpió con un aerosol y las volvió a colocar en su sitio. Por último, efectuó unas pruebas.
—He aquí el problema —dijo—, un ventilador ha dicho ya no más…
Me acerqué. Le pregunté si tenía uno de repuesto y respondió de forma positiva moviendo la cabeza. Cuando estuve a un paso de él, una ojeada bastó para notar la palidez y la cara de aquejado que desde hacía unos días me acompañaba.
—¡Te ves mal, compa! —exclamó.
—Sí, he estado enfermo, pero me niego a ir a una clínica. A un hospital, ni se diga. En esos lugares solo residen matasanos.
—¿Sabes que el chat gpt puede darte un diagnóstico?
—¿En serio?
—Claro que sí. S...