Gente que Cuenta

Comedulce, por Lucy Gómez

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Wayne Thiebaud,
Caramelos confitados, 1969

A mí me gustan los caramelos, los bombones y los chicles. Sé que es una afición descalificada por la cantidad de azúcar que contienen y que yo como madre, abuela y supuestamente ejemplo para los niños de mi familia no lo debería decir, pero pongo la verdad por encima de todo y ciertamente, en lo que los tengo a tiro, me como una bolsa de algún dulce de esos. Menos mal que tampoco son especialmente adictivos para mí y si no los vuelvo a ver, no los busco.

Esto puede ser perturbador, tanto como mi desorden, pero a los jóvenes de la familia les parece divertido porque les ayuda tener puntos de contacto con alguien supuestamente serio o regañón, alguien respetable de la familia que resulta ser una persona cualquiera a la que también le gustan los helados de ron pasas. En fin. Ahora, cuando tantas personas se quejan porque sus hijos se aíslan en mundos virtuales y esos mismos jóvenes se quejan también de que en su familia no intentan ni siquiera comprenderles, es bueno tender puentes.

He oído, cuando lo he hecho, que los mayores no saben ni les interesa saber lo que realmente les gusta, ni porqué se alejan de un profesor o de una materia, excepto cuando el tema explota con un reprobado o una nota negativa del colegio, que  no conocen siquiera el nombre o la vida y milagros de sus mejores amigos. Cuando eso pasa, cada quien puede encontrar el enlace con el cual empezar o completar el conocimiento de un niño querido, un sitio del espacio y del tiempo donde dos personas , independientemente de su relación de autoridad o de los años que tienen, bajan la guardia  y se convierten en dos humanos que se importan.

Porque de saber cuál caramelo le gusta, puedes pasar al color favorito, a lo que pinta en su cuarto, a quien es ese artista de la foto pegada en la pared, a oír su música, las letras y a darse cuenta de cuán desgarrado es el mundo para un joven de trece años. Tiempo siempre hay, aunque sean diez minutos si se hace con atención. Son tiempos de no agresión, de no violencia. Esa de la que se habla tanto en la calle y que no se practica en casa.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

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