En el artículo anterior, titulado ¿Amigos?, utilicé dos conceptos, el de relaciones complementarias y de relaciones simétricas, que ahora voy a tratar de aclarar.
En la comunicación o interacción entre personas además del lenguaje oral y escrito, también se considera el lenguaje no verbal. Esta forma de comunicación incluye muchos elementos, entre otros, el contexto donde se produce la comunicación verbal, los silencios, las miradas, los gestos, las palabras, el tono e inflexión de la voz, la postura, los vestidos, el arreglo personal, los movimientos y las reacciones corporales en general.
Además, en la comunicación humana se considera el contenido y el proceso. El contenido es de lo que se habla y el proceso, es todo lo que ocurre durante la conversación. Mediante el proceso se define el patrón de relación, que se entiende como el lugar que cada uno de los participantes ocupa con respecto a los demás en una comunicación o interacción.
Los patrones de relaciones van a depender del rol que cada uno asume en la relación e influye también el lenguaje no verbal. Se pueden esquematizar de la siguiente manera:
Relaciones Complementarias. Aquí el patrón de relación es desigual, uno ocupa una posición de poder o superioridad y el otro de subalterno o inferioridad. Ambas se complementan, por ejemplo la relación profesor alumno, o la de padre e hijo.
En este tipo de relación el que ocupa la posición superior influye sobre el otro, ya sea para bien o para mal, y se establece por dos mecanismos básicos: estatus o esfuerzo personal.
Cuando es por status, de antemano se sabe quién es el superior y quién el subalterno, tal como ocurre en el ejército, en la familia o en la educación. Este poder puede surgir de elecciones, de la costumbre o por decisión de una figura de autoridad superior.
En el caso del esfuerzo personal, al principio de la relación se reconocen como iguales, pero a medida que el proceso avanza uno se va destacando sobre los otros y hace que sea reconocido como el líder.
En la relación simétrica los participantes se reconocen como iguales. Los roles son similares; tal como sucede en las relaciones de pareja o de amigos, donde cada uno puede ocupar la posición de superioridad o poder momentáneamente, es decir, los roles se intercambian y se reconocen temporal y mutuamente.
Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado, con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
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