Gente que Cuenta

Del luto y la envidia, por Margarida Faro

Queen Elizabeth II Atril press
“Reinó por más tiempo del que tengo yo de vida, por lo que siempre supe de ella..” Fuente: Wikipedia

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  Yo creo que sí, que cada uno llora a su manera, de tantas maneras como hay personas. Algunos lloran, otros niegan las lágrimas; unos se dan cuenta de la pérdida, otros la evitan; unos se retiran al silencio, otros buscan apoyo y compañía; algunos se hunden en el dolor, otros se lo quitan de encima lo mejor que pueden. Además, sé cómo, a veces, el humor puede salvarnos. Lo sé. Uso mucho esa defensa. Lo que no acepto es la burla barata, la glorificación de la envidia por el desprecio ajeno, la rancia facilidad de ocultar el trabajo de alguien, por el afán de ensuciarlo, denigrando su imagen.

Puede ser que me deje tocar demasiado por la previsible muerte de la Segunda Gran Isabel que conocieron las Islas. Reinó por más tiempo del que tengo yo de vida, por lo que siempre supe de ella, y siento que al perderla perdí también alguna rodaja de mí. Puede ser que me haya dejado conmover demasiado por el dolor de su pueblo al conocer la orfandad. Pueda que hasta me estremeciera más de lo propio y natural – ya que ella no era mi reina ni nada – pero es que también este es un momento inquietante en el que tantos nombres notables caen, sin remisión, uno tras otro, a una velocidad alarmante. Puede ser. No me importa. No voy a negar lo que siento, para el consuelo de los demás. ¡Prefiero el respeto! Por su muerte, que de una u otra manera a todos nos toca; sea porque son súbditos heridos o por ser familia, en caso de que se opte por menospreciar la propia coherencia de la fallecida, en su dedicación, solidez y rigor en la fidelidad al compromiso, asumido desde hace mucho tiempo.

¡Qué me importa si el hijo va a ser un buen rey o no!… Ni siquiera codicio su suerte. En comparación con la dimensión de la madre, a él brillar le será difícil. Sin embargo, tratar de hacerlo pasar por un parásito es feo. Y es falso.

Junto a las conmovedoras expresiones de ternura y agradecimiento – que alcanzaran a cualquiera que se lo proponga – también leo comentarios del más elocuente e insultante mal gusto. Más vale ignorar el acontecimiento que caracterizarlo como algo menor, irrisorio, en la vida de una familia numerosa, de un Reino – Unido o no -, de una Comunidad – Común o no -, de un mundo con el que la integridad, la fidelidad a los principios y la coherencia en el comportamiento están muy reñidos.

El mal puede ser mío, aquejada como soy de alguna enfermiza y excesiva sensibilidad, pero, como confieso, no me importa. Sólo deseo que el oso Paddington pueda realizar el pedido de Su Majestad y conducirla, cumplida como estaba su misión, hasta su esposo que, además, dicen, la espera lleno de nostalgia.

Margarida Faro Atril press e1663026848694

Margarida Faro nació en Lisboa, en marzo de 1954. Desde temprano reveló el gusto por la literatura y comenzó, en secreto, a escribir lo que, en ese momento, no recordaría llamar Poesía, sólo exabruptos, reflexiones personales de situaciones y expresión de sentimientos… Lectora empedernida, autora de textos para canciones, artesana, enseñado inglés y ha trabajado en la producción de espectáculos. El éxito inmediato de su primera novela, Praia das Maçãs, la sorprendió tanto como a los mismos editores. Publicó su segunda novela, Quarto Crescente, en 2003, también con la editorial Oficina do Livro. Viva a Desordem, su primer libro de poesía fue publicado en 2004 por la Editora Sete Caminhos. Oficina do Livro lanzó su tercera novela, Minha Mãe, Vou Já, en septiembre de 2010. En julio de 2011, con la Editora Fonte da Palavra, publicó 44 poemas. Por Edições Esgotadas, lanzó Isle of Wight – 18 poemas y 9 crónicas en octubre de 2018, y Outros Conflitos, también de poesía, en mayo de 2022.

mgfaro@sapo.pt

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