Ridley Scott termina su más reciente película “Napoleón”, sobre la vida del Emperador francés, con la lista del número de muertos en sus batallas. Aparentemente, para Scott, Napoleón Bonaparte no tuvo mayor gloria ni más impacto que ese, además de su muy pobre y tosco desempeño sexual. En la mirada del director de cine británico, las reformas de Napoleón no dieron la estocada de muerte a la estructura del Antiguo Régimen, no crearon el sistema moderno de educación, ni el nuevo código civil, el código napoleónico, tuvo mayor trascendencia, a...