No creo que sea por casualidad que cuando se habla de traición, la figura más usada sea la de la puñalada trapera. A mí nunca me han metido una puñalada, pero me parece que es por la espalda por donde debe doler más, porque deben doler, en un mismo instante, la carne que se rasga y la paz que se acaba.Parece que envuelto en un pañuelo de seda, las cortadas con objetos filosos dejan una cicatriz que no se borra. Cosas de cortesanas y palacios remotos, no sé si es verdad o algo que me contaron para impresionarme, pero el caso es que yo siento que...