
Fuente: https://medievalfragments.wordpress.com/
En no pocas ocasiones he leído o escuchado a personas disentir acerca del uso del pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo, que así es como se llama a la forma verbal compuesta que emplea como auxiliar el hubiera o hubiese.
Lo que principalmente argumentan es que no se corresponde con una realidad real, en el sentido de que alude a un hecho del pasado que no se puede modificar ni alterar: si yo hubiera sabido…, si yo hubiera estudiado… Pero ya no lo hiciste ni lo puedes cambiar. Hay quien sugiere que lo mejor, en estos casos, es decir: la próxima vez…
Yo puedo entender esos argumentos. Pero siempre he creído que cuando algo existe y se usa, es por alguna razón. Y comprender o explicar esa razón es lo que me propongo a continuación.
Para empezar, cuestionar el hubiera porque solo funciona en términos de una potencialidad es el peor argumento que puede haber. El futuro tampoco existe, solo es una posibilidad. De hecho, pocas veces ocurre el presente tal como creímos que habría de ser el futuro, para bien o para mal. Siempre algo cambia. Pero no por ello dejamos de hablar en futuro o de hacer planes para el día después, y hasta para los años venideros.
Pero, y aquí viene lo más importante, el hubiera para mí tiene dos usos importantes. El primero es expresar escenarios posibles. Esto ocurre, por ejemplo, cuando una persona te pregunta algo como: ¿qué hubieras hecho tú en mi lugar? “Yo habría hecho esto o lo otro”, le respondes. Entonces, con esos escenarios imaginarios, la persona revisa su situación y su actuar de cara al futuro.
El otro punto para el uso del hubiera es el arrepentimiento. Sí, el hubiera es el tiempo favorito del arrepentimiento y de los arrepentidos. Hay quien dice que no debemos arrepentirnos de nada. Yo pienso que sí. Hay que hacerlo, pero no por el mero hecho de darse golpes de pecho, sino con el fin de rectificar.
Y cuanto más nos arrepentimos de los errores, más posibilidades tenemos de cambiar y enmendarnos. Además, el uso de este tiempo verbal no excluye tampoco la posibilidad de seguir el consejo de decir: la próxima vez…
Cuando a mí me dicen que el hubiera no existe me entran unas ganas de pelear con la gente. “Claro que existe, es un tiempo verbal y se llama pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo…”, es lo que me provoca gritarles.
Pero, hasta hoy que escribo estas líneas, no había organizado tan bien mis argumentos para la discusión. Si lo hubiera sabido esto antes…

valenciano, autor de “Olímpicos e integrados”, ganador del Concurso de Narrativa Salvador Garmendia del año 2012 y “Página Roja”, publicado en la colección Orlando Araujo en el año 2017.
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Foto Geczain Tovar