Tasa de belleza,
por Luli Delgado

Me la encontré por primera vez en IG, y decía que George Clooney y Brad Pitt encabezaban la lista.

Ahí me metí a averiguar y resulta que la tasa de belleza tiene que ver con la proporción áurea, ¿se acuerdan del Hombre de Vitruvio de Leonardo? Bueno, esa misma.

Existe el cociente entre la altura de la persona y la distancia desde el ombligo hasta la punta de la mano.

Yo entiendo que esta medida resulte utilísima a la hora de esculpir al David, o de pintar a la Mona Lisa, pero para la gente que anda por ahí me parece que lo que hace falta es verla y ya. Además, eso de la belleza es tan subjetivo. Por ejemplo, la Barbie debe ser perfecta, pero en lo personal a mí nunca me gustó. Y si le hubieran preguntado a la gente de la época de mi abuela, hubieran dicho que a esa pobre niña había que alimentarla. Y ni qué hablar de las misses. Un día vi un reportaje que detallaba cada una de las cirugías que se habían hecho las concursantes. Ahí no se vale.

Bonita es cualquier mujer que tenga la risa fácil, que se vista de limpio todos los días y que, fundamental, sea inteligente.

Ahora con los varones. Mi primera pregunta sería: ¿Después de Clooney y Pitt no vino más nadie?

Con tanto surfista y bombero bonito que uno ve en las redes. Debe ser la edad del medidor de la tasa, que se quedó pegado en la época en que estos dos eran más jóvenes, o que los bonitos de hoy en día no se dejen medir. Son bonitos y punto.

Sigo. También encontré que: “En un rostro considerado bello, generalmente la anchura de su boca es 1.618 veces la distancia de la boca al extremo de la mejilla, a su vez la anchura de la boca es 1.618 la anchura de la nariz, en el caso de los dientes la anchura del incisivo frontal superior es 1.618 mayor al diente de al lado”.

¡Ojo! Lo de la mejilla puede variar con el tiempo, y la papada ni se menciona. Tampoco se incluyen las llamadas líneas de expresión, vulgo patas de gallo.

Ahora bien, si los picó la curiosidad y les interesa saber por dónde anda su tasa de belleza facial, yo les recomendaría, sobre todo después de cierta edad, que cerraran bien la puerta del baño para comprobárselas en el espejo del lavamanos, sobre todo a la hora de medirse un diente con respecto al de al lado. Claro, siempre queda la salida de que estaban pasándose hilo dental. Pero ¿con una cinta métrica? Mejor cierren bien.

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