El calorón de estos días ha venido no solo a quedarse, sino que seguirá aumentando.
En el suroeste de Estados Unidos, al norte de África, de Canadá a Medio Oriente, en el Mediterráneo, se siguen batiendo récords todos los días de grados de calor a la sombra. Mientras, se reduce la cantidad de agua a usar en actividades que no son indispensables. Se reduce a menos de la mitad la destinada a regar tierras agrícolas, en quince por ciento la dedicada a la industria, solo se pueden regar jardines dos días a la semana…los campos de golf y las piscinas tienen sentencia…
En pleno solazo y calorón, hay que regar todas las noches las macetas, para que las plantas resistan al día siguiente, con el consiguiente gasto de agua, energía y dinero, a menos que nos pasemos a un movimiento que ha ido creciendo con los años: los jardines sin riego, por otros nombres jardines secos, jardines de secano o xerojardines, mi tema de hoy.
No se trata de pasarse de golpe y porrazo a las suculentas. No a todo el mundo le gustan los cactus y las crasas. Pero en un escenario de cambio climático como el que enfrentamos, no solamente no es práctico, sino insostenible, un jardín de césped verde y macizos de flores sedientas. Para quienes vivimos en edificios, regar dos veces al día puede ser impracticable.
¿Qué les parece tener plantas que después del primer año no necesiten casi agua de riego y se conformen con el agua de lluvia cuando llegue, que sean persistentes en todas las estaciones, con colores y formas preciosas y resistentes a las plagas?
Son fuertes y bellas. Muchas, medicinales. La mayoría tiene hojas pequeñas. A veces duras, resistentes, como la lavanda en su variedad de espliego. Aunque pierdan hojas o las tengan reducidas, sobreviven. También son medicinales como las salvias, o aromáticas como el orégano y el tomillo. Uno de los geranios, el sanguíneo, entra en la lista, así como las gramíneas ornamentales y el clavel blanco o de Anatolia.
El agapanto, un lirio azul en su variedad enana se vuelve un precioso y curvo ramo de flores, con o sin agua. Otras, como la artemisia, tienen un follaje plateado y aromático. La receta es sembrarlas con un puñado de compost al fondo de la maceta o el hueco y regarlas abundantemente la primera vez para que se establezcan. Luego establecer un ritmo de riego cada quince días, cada mes y luego, la mayoría necesitará solamente agua de lluvia.
Como en todos estos proyectos, comienza con unas pocas plantas que puedas cuidar y ve sustituyendo todo el jardín, combinando colores y texturas. Busca plantas autóctonas y también semillas para jardines secos o xerojardines. Me cuentas cómo te va, que intercambiar información en estas cosas es muy importante.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com