Gente que Cuenta

El orgullo de ser atrileño,
por Luis Alejando Rodríguez

Readers Digest Atril press
“Mi padre fue fanático de la revista Selecciones del Reader´s Digest, y de otra similar que se editó en la Venezuela de los años 50, llamada Ilustraciones…Yo adoraba esas revistas…”

Desde la infancia siempre he admirado la escritura, y el mejor tributo que pude rendirle fue convertirme en lector. La afirmación de que un gran lector es aquel que literalmente “ha devorado” todos los clásicos universales, no necesariamente es, en mi opinión, totalmente exacta; más bien, considero que un gran lector es el que puede extraer del texto leído un sentimiento, una emoción, un crecimiento o una enseñanza, sin importar que tan largo haya sido ese escrito para lograrlo.

Mi padre fue fanático de la revista Selecciones del Reader´s Digest, y de otra similar que se editó en la Venezuela de los años 50, llamada Ilustraciones. Ambas coincidían en presentar lecturas cortas y temas variados, además de la “atemporalidad” de la mayoría de ellos; podías leerlas en cualquier momento. Yo adoraba esas revistas.

Mi experiencia con la escritura es otra historia. Inicialmente, por razones profesionales, los temas eran sobre ciencia y salud. Independientemente de que fuesen publicados en revistas científicas o medios masivos, yo no lo consideraba realmente escribir; el trabajo se limitaba a interpretar hechos científicos y colocarlos en un lenguaje comprensible para el grupo de lectores al cual estaba dirigido.

Cuando aparecieron las redes sociales los hechos cambiaron; ahora sí podría escribir para lectores anónimos sobre otros temas: creencias, sentimientos, emociones… Ya no era solo interpretar, ahora podía crear. Y así ocurrió, comencé publicar pequeños relatos, y aunque no era el objetivo, me había acostumbrado, como la mayoría de los usuarios de las redes, a obtener uno que otro like.

Un día el cuento cambió radicalmente. Hace dos años aproximadamente, en uno de los artículos encuentro, no un like, sino un comentario elogiando mi artículo La Virgen del Tamarindo. Me emocioné mucho, continué leyendo y Luli Delgado, autora del comentario, me preguntaba si podíamos hablar vía WhatsApp. Envié mis datos de contacto.

La llamada no fue inmediata. Nos separaba el Oceano Atlántico. Confieso que tenía mucha incertidumbre, no tenía idea de qué me iría a hablar. El día llegó y Luli me ratificó sus comentarios, los cuales agradecí mucho. Más adelante me comentó sobre Atril, un magazine digital de frecuencia semanal, y me preguntó si podía reproducir mi artículo en él, a lo que yo respondí con un ¡claro que sí!

Terminamos la conversación y fui a mi computadora para buscar la página de Atril. Para mi sorpresa, me di cuenta de que yo no había entendido la magnitud de lo descrito por ella. Atril era la versión moderna de esas revistas de papel que tanto me gustaron. ¡Wow! Me sentí espectacularmente bien, realmente era un honor que mi artículo estuviese al lado de tan destacados escritores.

Hoy, a dos años de esa primera publicación, sigo manteniendo la misma emoción con Atril. Espero ansioso su salida cada fin de semana, porque sé que estará plena de temas interesantes. Poder escribir en él, y formar parte de ese maravilloso equipo, es un gran motivo de orgullo. ¡Gracias Luli!

Luis Alejandro Rodriguez e1701283899412
Luis Alejandro Rodríguez Castillo es médico venezolano, Master en inmunología del IVIC y Nebraska University. Fue Scientific Adviser en Sandoz Switzerland. Escritor y guionista para la ciencia. Desde hace varios años escritor para el espíritu. Autor de “El Tweet de Dios”.
luisr168@gmail.com

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