El orgullo de ser atrileño,
por Luis Alejando Rodríguez
Desde la infancia siempre he admirado la escritura, y el mejor tributo que pude rendirle fue convertirme en lector. La afirmación de que un gran lector es aquel que literalmente “ha devorado” todos los clásicos universales, no necesariamente es, en mi opinión, totalmente exacta; más bien, considero que un gran lector es el que puede extraer del texto leído un sentimiento, una emoción, un crecimiento o una enseñanza, sin importar que tan largo haya sido ese escrito para lograrlo.Mi padre fue fanático de la revista Selecciones del Reader´s Digest, y de otra similar que se editó en la Venezuela de los años 50, llamada Ilustraciones. Ambas coincidían en presentar lecturas cortas y temas variados, además de la “atemporalidad” de la mayoría de ellos; podías leerlas en cualquier momento. Yo adora...