El reciente drama épico de Ridley Scott, “El último duelo” (“The last duel – IMDb, Netflix, 2021) me recordó el personaje del título.
Cristina Pizzano nace em Venecia en 1364 y aún siendo niña emigra a París con su familia, donde su padre trabajaría en la corte del rey Carlos V.
Fue educada en ese ambiente teniendo acceso a la famosa Biblioteca Real de Francia, contextos que la introducirían en diversas obras filosóficas, humanistas, religiosas y socioculturales de la época.
Se casa muy joven y tiene tres hijos, no obstante la inesperada muerte de su marido, provocará un cambio trascendental en su vida. La joven ahora francesa por adopción, Christine de Pizan, deberá encontrar medios para su sobrevivencia y la de sus hijos. Influenciada por su vasto conocimiento, algo raro para una mujer y además viuda en la Edad Media, comienza a escribir poesías, y además a editarlas e ilustrarlas con dibujos de varios artistas. Estos escritos comienzan a rendirle un relativo suceso en la corte del rey francés, lo que la llevará con el tiempo, a ser considerada la primera mujer escritora profesional de Occidente.
La grande notoriedad será alcanzada con su manuscrito anti misógino, en respuesta a un famoso y popular poema de la época, el “Roman de la Rose”, una sátira sobre el amor cortés y “la negatividad de la mujer”. A partir de 1401, Christine edita una serie de manuscritos criticando la misoginia y elevando el papel de la mujer en la sociedad. Dentro de esa coyuntura, repercuten sus obras Libro de la Ciudad de las Mujeres y Libro de las tres Virtudes. De Pizan redefine versiones y establece con su obra una verdadera enciclopedia de mitos femeninos.
El ambiente del Reino de Francia se encuentra bastante agitado y problemático, ya que estamos en plena Guerra de los Cien años y en pleno Cisma de Occidente, cuando dos Papas disputan el poder de la Iglesia Católica, uno en Avignon y el otro en Roma.
A consecuencia de ese ambiente hostil, Christine de Pizan se retira a un convento en Poissy. Fallece en 1431 a los 67 años. Aún hoy, es considerada la precursora del feminismo moderno.