
Surimono, procession ship and 21 haiku,
1852
Haiku es una forma antigua de poesía japonesa. Es un poema corto de tres versos, el primero con cinco sílabas poéticas, el segundo con siete y el tercero nuevamente con cinco sílabas poéticas.
Me limitaré a esta explicación superficial, ya que no estoy aquí para hablar de la forma del haiku. Con una breve búsqueda en Internet el lector encontrará varios materiales.
Lo que quiero abordar es el significado profundo, contemplativo y sensible que conlleva el haiku.
En Occidente tenemos un fuerte atractivo por las imágenes y los discursos verborreicos. Somos bombardeados todos los días por la industria de la publicidad/entretenimiento/consumo con imágenes atractivas, explicativas, redundantes y repetitivas, para convencernos de quedarnos allí, anestesiados.
El año pasado, mi cuerpo/espíritu se sintió motivado a escribir haiku. Estaba confinada, debido a la pandemia, a otro país, y sentí este llamado a la sencillez y profundidad que transmiten las pocas palabras del haiku.
...sentí ese llamado a la sencillez y profundidad que transmiten las pocas palabras del haiku
En Japón existe un término llamado “MA” que significa “vacío”, “espacio entre”, “puerta de entrada” para la contemplación. El haiku tiene como misión despertar la mirada atenta al vacío y, a través de las palabras, transmitir el momento presente de este espacio, como una pintura impresionista. Es en la naturaleza y la observación que el haiku tiene lugar, en el “aquí y ahora”, casi como una actitud budista zen.
Poder leer y practicar la escritura de haiku es un placer y una acción para resistir a toda esta lógica utilitaria de las palabras. Se conecta con la naturaleza, con la visión actual de la vida cotidiana. Es encontrar las brechas para los sensibles en un mundo contaminado.
los árboles se balancean
Sonido de tocar hojas
concierto de la tarde
(haiku de invierno de Fabiana Louro)

fabislouro@gmail.com