Queen Loretta es una serie, disponible en Netflix, que vale la pena ver aunque no sea pretenciosa. La serie es polaca y sigue un camino relativamente familiar. Por un lado, tenemos los contrastes entre mundos pequeños, xenófobos, homofóbicos y un mundo más grande y evolucionado; por otro lado, tenemos el de las dificultades de quien quisiera moverse en ambos mundos pero que percibe rechazos en ambos. En términos de contrastes y dificultades, la película tiene mucho con lo que muchos inmigrantes podrían identificarse. Pero en Queen Loretta hay un giro adicional que evitaré para no crear un spoiler.
A diferencia de muchas películas de Europa del Este de mediados del siglo XX, pienso aquí en Cenizas y Diamantes (1958) de Andrzej Wajda o Trenes Rigurosamente Vigilados (1966) de Jiří Menzel, Loretta está filmada en colores vivos que intercalan las perspectivas de tres generaciones, y no tiene reparos en recurrir al entretenimiento.
Aun así, la historia tiene lugar principalmente en un pueblo minero polaco y hay una cierta falta de alegría en eso, sobre todo porque el horizonte del pueblo está limitado por una veta de carbón al borde del agotamiento. El final del pueblo está ante todos, pero hay una eclosión que entrelaza la vida de cada uno de ellos.
Como sólo hay un taxi en el pueblo, en esta serie no tendrás que sufrir las eternas persecuciones de coches, como tantas en las películas americanas. Vale la pena verlo. Hay momentos de gran sensibilidad.
Entonces dime.