Los dos hombres ríen mientras la muchacha les sirve la comida y renueva los dos vasos de vodka. Uno de ellos le hace una reverencia cálida a la muchacha para agradecer que les sirva. El hombre que ha hecho la reverencia está muy alegre de ver a su amigo después de tantísimos años. Las carcajadas de ambos vibran, hay algo de melancolía en esas risas. A pesar de la alegría que se desborda en la mesa hay algo de despedida en aquel encuentro. Ya no se verían nunca más, a pesar de que los dos vivirán muchos años más después de ese encuentro. Pero no se verán más, son simplemente los hechos de la vida.