Gente que Cuenta

La Vía Láctea, por Leonor Henríquez

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Paula Modersohn-Becker,
Madre amamantando, 1902

En las noches despejadas, se hace visible como un arco de luz, un aura blanca, un suave resplandor.

Para los griegos, es una historia muy complicada. Zeus, Alcmena, Hera, Hércules, vaya usted a saber…

Óleo y color, para los grandes artistas. Rubens y Tintoretto. Van Gogh, Chagall tal vez.

Números, para los astrofísicos: una espiral de 180.000 años luz de diámetro;140 billones de estrellas;100 billones de planetas.

Una interesante palabra, para los etimólogos Galaxia, del griego “galactos”, relativo a la leche.

En fin, un gran misterio el cual hoy, desde mi palco de abuela, pude contemplar con la serenidad y el descanso que nos otorga esa privilegiada butaca.

Y así, me quedé mirando extasiada, cómo una gotita de leche iba resbalando, dulce y lenta, por la mejilla de mi nieto, dejando su estela blanca, el callado resplandor de la plenitud, de la placidez después del alimento de su madre.

El Camino de la Leche.

Me rendí ante la inmensidad y el misterio del amor, de la vida.

Mi Vía Láctea

www.atril .press Leonor Henríquez
Leonor Henríquez (Caracas, Venezuela) Ingeniero Civil de profesión
(UCAB 1985).
Escritora y aprendiz de poeta por vocación.
Desde muy joven participó en talleres de escritura creativa en el CELARG, Caracas.
Sus ficciones fueron publicadas en la antología Voces Nuevas (1990-91), y
más adelante su testimonial, Existe la Luz (1995).
De su paso por la ingeniería surgieron sus Cuentos de Oficina (1997), otra manera de ver al mundo corporativo. Entre sus últimas publicaciones se incluyen sus
reflexiones sobre el duelo, Hopecrumb (2020) y “The Adventures of
Chispita” (2021), cuento infantil, una alegoría de la vida en el vientre materno.
Hoy en día comparte sus “meditaciones impulsivas” desde Calgary, Canadá, ciudad donde reside.
leonorcanada@gmail.com

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