Según parece, “S” sufrió desde muy joven severos trastornos psico-sexuales, pero gracias al enorme poder de su nombre, logró entrar al ejército encalidad de oficial. Su conducta irregular y perversa se convirtió en la comidilla de los círculos oficiales, pero no se tomó ninguna acción disciplinaria hasta que fue sorprendido participando en una escandalosa orgía que celebraban pervertidos y homosexuales en una elegante mansión del barrio bohemio de Soho. Se le siguió un juicio secreto y por votación de sus propios compañeros, fue obligado a renunciar al ejército.
