
No soporto esa frasecita.
Cuando se le dice a un paciente deprimido “es que tú no pones de tu parte”, lo estamos culpando de su enfermedad. Es como si le dijéramos que él tiene la culpa de estar deprimido o que él tiene la culpa de tener un trastorno de ansiedad, y no se mejora porque él no le echas ganas, como dirían otros, o no quiere mejorarse.
Nada más incierto. El paciente no se mejora por sí solo, nadie se mejora por sí solo, nadie es capaz de curarse sin ayuda, de una enfermedad, cualquiera que sea.
Si un paciente tiene una apendicitis ningún médico le va a decir “ponga de su parte cúrese de la apendicitis”
ni siquiera de una gripe. Para una gripe necesitamos reposo, líquidos, antipirético, analgésicos y antihistamínicos; asimismo para un trastorno emocional necesitamos tratamiento psicofarmacológico y psicoterapia.
Claro que la psicoterapia no consiste en decirle “salga de paseo, vaya para la playa, váyase de fiesta, vaya al cine”, porque donde él vaya va a llevar su tristeza, va a llevar su ansiedad.
El mismo familiar que le dice “pon de tu parte” es el mismo que le advierte, “no tomes esas pastillas porque te vas a hacer dependiente”.
Entonces el terapeuta tiene que lidiar tanto con el paciente y su enfermedad como con los familiares, que niegan la enfermedad y no permiten, no quieren o no consienten que el paciente tome el medicamento.
El primer eslabón de la cadena terapéutica es la psicoeducación. Explicar, enseñar qué es el trastorno emocional y sus síntomas y porqué debe cumplir con las indicaciones terapéuticas, incluyendo el medicamento y sus efectos positivos o negativos y las medidas psicoterapéuticas.
El colmo de esto fue una señora que me dijo que es diabética, y le pregunto ¿ud se toma su tratamiento para la diabetes? No doctor, yo no voy a depender de un medicamento.

Médico psiquiatra clínico, profesor universitario jubilado en Venezuela y activo en Perú, casado con seis hijos y seis nietos. Soy un viejo feliz
getuliobastardo@yahoo.com.mx