Gente que Cuenta

Por las mariposas,
por Lucy Gómez

Butterflies Atril press
“Uno de sus usos más antiguos ha sido la industria de la seda, … que produce dinero desde que se descubrió, 2700 años a.C.

A mí me alegran tanto como los pajaritos. Mi idea de tranquilidad y paz incluye las mariposas, revoloteando por ahí, al sol. Todo parece casual, precioso, tranquilo.

Esas mariposas de colores son diurnas. Las nocturnas no nos parecen tan bonitas. Las llamamos polillas, esfinges, pavones, pero simplemente son otras especies, en total 127 familias, ciento sesenta mil tipos distintos de insectos, que se desarrollaron poco después de las plantas con flores, en la prehistoria.

Como se alimentan de plantas específicas, cuando una se extingue, probablemente se acabe una familia de mariposas y al revés. Lo que vemos volando es la forma final de un animal que pasa por cuatro etapas: un huevo, luego una oruga que advertimos solo cuando se mastica inmisericorde alguna planta nuestra. Después se hace pupa y al final sale del envoltorio, abre las alas y ya es adulto.

¿Por qué importan tanto? ¿Solo porque son bonitas?  Han sido símbolos ancestrales de transformación, como entre los griegos, donde una diosa, Psique, era representada con sus alas. Era la personificación del alma. En Japón han sido emblema de felicidad, no solo de los vivos, sino también de los muertos, ya que, según la leyenda, se acercan en forma de mariposa para saber si nosotros, sus seres queridos, estamos bien. En el cristianismo, representaron la resurrección de Jesucristo en las pinturas de las primeras épocas.

Tampoco las necesitamos solo para la polinización. Uno de sus usos más antiguos ha sido la industria de la seda, donde la domesticación del gusano, en China, produce dinero desde que se descubrió, 2700 años antes de Cristo.

Hoy se ha descubierto que la proteína que forma ese hilo de seda llamada fibroína es tolerada por el tejido humano, donde puede ser implantada o ingerida sin que haya inflamación u otro tipo de reacción adversa. Como es moldeable podría servir para curar huesos rotos.

La iridiscencia de las alas que nos sirve para verlas de lejos y a ellas para comunicarse, aún en la semioscuridad del bosque, proviene de un material muy transparente, por donde les resbala el agua. Es la forma en que se limpian de cualquier suciedad. Se ha descubierto que como es insumergible, puede servir para construir ciudades flotantes.

Manejan la luz solar, capturándola cuando abren y cierran las alas, conduciéndola hacia su tórax para tener más energía. Se estudia ese método reflectante para mejorar los paneles solares volviéndolos más pequeños y livianos. Las antenas, que son un sistema de alerta rápida, con receptores microscópicos que vibran en alta frecuencia y perciben los perfumes de las flores, puede copiarse para detectar materiales explosivos o gases tóxicos, previniendo accidentes químicos o atentados. Y el método de una mariposa especial porque vive hasta seis meses, la Cebra, para atrapar más polen que las demás, es una enzima que mana de su trompa, la coconesa. Investigan su papel para detener la formación de coágulos de sangre en nuestras venas.

En fin, que ya se sabe por qué hay un tesoro en cada mariposa y hay que aprender a defenderlas de las pérdidas de hábitat y, por supuesto, del cambio climático.

Lucy Gómez e1647642232444
Lucy Gómez Periodista, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Fue jefe de redacción y de la sección política, de varios diarios de Caracas y Valencia, durante más de veinte años.
es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
lucygomezpontiluis@gmail.com

de la misma autora

20

Compartir en

    ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!