¿Por qué escribe la gente? ¿Por qué se hacen artículos, reportajes, cuentos, novelas? La primera y más obvia razón es para comunicarse con los demás, llamar la atención de los demás.
Una forma de saber que no estás solo. Para transmitir sentimientos, ideas, planes, formas de pensamiento, difíciles de comunicar en el día a día, cuando el lenguaje hablado intenta, pero no puede trascender de lo cotidiano.
También se puede escribir por el placer de hacerlo, o en mi caso, porque llegó un momento en que era lo que sabía hacer mejor y eso cuadraba con el periodismo, única profesión en que te pagan por leer y escribir aunque uses el lenguaje de una manera básica.
Hoy, cuando se hace universal por lo accesible el uso de recursos como las fotos y las grabaciones de música y video, se reducen aún más las vocaciones literarias que nunca han sido una ocupación masiva. Pasa lo mismo que en los albores de la Edad Media, cuando estar armado era lo máximo y quiénes sabían leer y escribir en un pueblo se contaban con los dedos de la mano y sobraban dedos.
Existe la posibilidad de que el hecho que nunca ha dejado de ser un oficio minoritario sea el origen de su encanto. Pocos en realidad quieren desnudarse ante los demás, como pasa cuando nos leen con sensibilidad.
Quienes escribe tiene la necesidad de reflejar mundos exteriores e interiores, de contactar mentes. De lograr sintonía, aunque consiga muchas menos de las que quisiera. No acuerdos, ni consensos, ni transacciones. Ni aplausos. Sólo sintonía.

es experta en el cultivo de huertos de hortalizas y flores.
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