Gente que Cuenta

Relojes viejos,
por Leonor Henríquez

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“Fue en ese momento cuando me di cuenta de que tenía uno de los relojes con la hora detenida, en mi muñeca…”

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     En el fondo de una caja polvorienta aparecieron cuatro relojes viejos. Cada uno con el tiempo detenido en una hora diferente.

Este detalle de las horas suspendidas a su antojo me produjo un pequeño estremecimiento.

En fin, sin darle más terreno a mi imaginación, me los probé de nuevo, todos muy bellos, así que decidí que, al día siguiente los llevaría a cambiarles la batería para poder lucirlos otra vez.

Esa noche dormí plácidamente.

Al día siguiente desperté con una sonrisa y con el aroma de un humeante y oloroso café reposando sobre mi mesa de noche.

Me extrañé un poco, pero en ese estado entre sueño y vigilia, me dejé llevar por esa sensación de plenitud.

Me levanté y cuando me miré al espejo casi me da un infarto. Era yo, sí, pero veinte años más joven.

Estoy soñando, me dije decepcionada y me regresé a la cama.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de que tenía uno de los relojes con la hora detenida, en mi muñeca. Me había olvidado de quitármelo al irme a dormir.

Era obvio, el reloj antiguo había actuado como una máquina del tiempo de pulsera, (así de fértil es mi imaginación).

Me entregué a ese regalo del tiempo, de juventud y bebí de aquella vaporosa taza de café humeante de recuerdos.

Más tarde me arreglé y fui a la relojería a cambiar las baterías de mis relojes viejos.

A la media hora me los devolvieron, brillantes y ajustados todos a la hora local, 11:01am del día 9 de agosto de 2023.

Decidí ponérmelos todos a la vez, dos en cada muñeca.

Con mis “aquí y ahora” realineados, me apresuré a casa dispuesta a recibir los regalos del día.

Al final, como dijo el gran poeta persa Omar Khayyam:

“… es más tarde de lo que imaginas…”

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Leonor Henríquez (Caracas, Venezuela) Ingeniero Civil de profesión
(UCAB 1985).
Escritora y aprendiz de poeta por vocación.
De su paso por la ingeniería surgieron sus Cuentos de Oficina (1997), otra manera de ver al mundo corporativo. Entre sus últimas publicaciones se incluyen sus reflexiones sobre el duelo, Hopecrumbs (2020) (www.hopecrumbs.com) y “The Adventures of Chispita” (2021), una alegoría de la vida en el vientre materno. (www.chispita.ca)
Hoy en día comparte sus “meditaciones impulsivas” desde Calgary, Canadá, ciudad donde reside.
leonorcanada@gmail.com

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